Arreglando Maniquíes
por Jezquel Chávez.
Mapa rísistico 2
Buscando una salida, a tan
mal lugar, miré de nuevo el mapa que tenía impreso en mis manos. Logré ver que
cerca de mi estaba una “Arquitectura Colonial” o Iglesia para entenderlo mejor
–una de tantas que menciona el mapa--, me pareció el mejor lugar para llegar a
la paz interna, después de tanto mal ajeno que rodeaba mi mente.
Emprendí el caminar --no
menos de una calle-- para llegar a lo que por fin parecía un lugar turístico de
este “mapa”. “Como ya es costumbre no todo es miel sobre hojuelas en esto del
turismo”. Me digo mientras camino hacia el recinto. Me asombré de la extensión
del lugar. La verdad es que en el camino, hacia el centro de Xochimilco, había
visto algunas de las tantas iglesias que nombra el mapa, pero no me parecieron
la gran cosa, eran estructuras simples y algunas bastantes sencillas. Pero esta
iglesia era algo diferente, no soy muy religioso, pero la extensión del lugar y
lo monumental del edificio atraería a más de un turista. Un punto bueno ahí,
para este mapa, que ya me empezaba a caer mejor. Pensé que, por fin, tenía un
rumbo más para tomar fotos y distinguir entre mis amistades el haber ido a tan
digno lugar.
La iglesia se encontraba
diez veces más limpia que cualquier calle, todo estaba cuidado y había pequeñas
cedulas de información, tanto a la entrada como en algunos puntos del recinto. Lástima
que todas esas cosas son patrocinadas por la iglesia y no por el gobierno. Hay
hasta pequeños folletos para turistas con la información necesaria del recinto,
además de un libro, a disposición de los bolsillos, para más información.
Salí completamente
satisfecho de tan agradable lugar, podría haber pasado horas en ese recinto sin
fastidiarme.
El hambre llegaba a mi cuerpo
y pensé que el “mercado” sería un buen lugar para conseguir algo de comer.
Desgraciadamente me encontré frente a la decepción más grande de todo el viaje.
Me topé con un muladar de puestos, donde la gente compra todas las verduras
para cocinar, sentí no poder caminar entre ellos porque el piso estaba bastante
mohoso. Puestos de todo tipo, aglomerados en los bordes de una calle. Junto a
ellos había una fila de carros estacionados, no sé cómo la delegación puede
dejarlos ponerse ahí, es obvio que entorpecen el tránsito. Todos estos carros
al frente de la base de RTP. Basurero, sí un basurero es lo que parece aquél
lugar.
Decidí adentrarme al
edificio, pasando todos los puestos e intentando no caer entre tan húmedo piso.
De nueva cuenta me encanta la forma de decoración en este lugar, parece que
como tema habitual tenemos la suciedad. El tema más fino que puede haber para
un lugar turístico. Ah sí, por poco se me pasa decir que el mapa recomienda el
mercado para ir a visitarlo ¿Quién lo visitaría en modo turista?, la respuesta
no estaba en mi mente aquél día. Mi sorpresa al entrar al lugar es innegable,
me parecen hermosas las paredes pintadas en amarillo ¿O será blanco ya
percudido?, el piso mojado y las coladeras en los pasillos. Es de admirar la fuerza
que tienen las personas para trabajar aquí. Seguía caminando, sin rumbo, y mi
apetito no sabía dónde satisfacerse. Al final de tanto pasillo encontré algunos
puestos sucios de comida, estaban llenos de gente, así que decidí confiar en su
juicio. La verdad es que aquella señora prepara las mejores quesadillas de
chicharrón que he probado. Jamás me arrepentiría de haber comido ahí, lo
asqueroso estaba en comer entre pisos tan húmedos y tanta gente pasando. Lo
peor es que estos puestos se encuentran a un costado de todas las carnicerías
¿Se imaginan lo delicioso que es comer junto a cerdos colgados de ganchos y
derramando sangre? ¡Qué hermosa organización dentro de este mercado!, pienso
mientras como.
Decido salir en cuanto acabo
de comer, me faltan pocas cosas por visitar. Otro punto negativo que tiene el
mapa es que son tan pocos lugares que no te toma ni un día recorrer todos.
Pero ya después seguiré
relatando la parte final de espantoso “Recorrido Turístico”.
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