lunes, 30 de junio de 2014

Correo Mayor, por Israel González

Correo Mayor

Israel González

El microbús avanza por la avenida Fray Servando Teresa de Mier.
En una esquina, una mujer de 26 años y su pequeño hijo de 6 suben, primero el niño y atrás ella con la mochila.
Mientras la mujer paga al chofer, el niño busca donde sentarse.
De lejos, parece que viniera llorando.
De cerca, uno percibe que, en realidad, el niño viene sudando, fatigado.
El niño se sienta y su madre lo alcanza.
El niño dice algo que no se alcanza a oír y la madre responde con el gesto contrariado.
En el piso del microbús, junto al asiento de un anciano, hay un encendedor que alguien olvidó.
La mamá del niño ve el encendedor y le dice a su hijo que lo recoja y se lo dé al anciano, a quien supone el dueño.
El niño se para en el microbús en movimiento y recoge el encendedor y lo ofrece al anciano, quien lo rechaza moviendo negativamente la cabeza.
El anciano acepta, finalmente, el encendedor y lo guarda en su pantalón.
El microbús gira hacia su derecha y sube por la calle Topacio. Después de 4 calles gira hacia su izquierda y avanza por la avenida San Pablo.
Desde las ventanas del microbús se ve multitud de puestos ambulantes, transeúntes que van o vienen, comercios y prostitutas jóvenes de pie.
El microbús se detiene ante el semáforo en rojo. Es la calle Correo Mayor.
La mujer toma de la mano a su hijo, se paran, toca el timbre, bajan por la puerta de atrás y se pierden entre la multitud que, a esas horas del día, desborda la calle de Correo Mayor.

miércoles, 25 de junio de 2014

La fiesta es en casa (3 notas educativas), por Jaime Velasco Luján

La fiesta es en casa (3 notas educativas)

por Jaime Velasco Luján
 
La fiesta es en casa es un libro acerca de lo mexicano: los chiles en nogada, las pulquerías, las panaderías, la ciudad, los mercados, los nacos, los pescerdos, las costumbres de la Merced, la Semana Santa, el Centro histórico, la ciudad que fuimos el siglo pasado, los jardines, los restaurantes, las taquerías, las fiestas que celebramos anualmente, la historia del país, la pornografía, la gastronomía... Una verdadera delicia que hoy terminé de leer, no hablo de un libro único, los escritores mexicanos del siglo XIX recrean la historia y las costumbres de las diferentes regiones del país, la importancia del libro enunciado es que actualiza la información y, lo que es más importante, LEE LA REALIDAD, cosa que muchos olvidamos hacer, sobre todo los académicos y los teóricos. Enrique López Aguilar es el autor, colabora en el suplemento La jornada semanal con la columna Alápiz, pa' más señas. Reproduzco un fragmento:
Los nacos de la clase alta se quejan de los nacos de la clase baja y viceversa, y entre todos se hacen chingaderas para chingar a los pinches nacos (que son todos): el peatón que exige respeto al automovilista es el mismo que cruza corriendo el periférico o atraviesa las avenidas por debajo de los puentes peatonales (los perros de la calle son los únicos que saben usar esos puentes), el automovilista que se queja del desorden en el tránsito es el mismo que no deja pasar al otro..."

3 CHISMES EDUCATIVO:
En la clasificación de la mejores escuelas de nivel superior, el Politécnico ha desplazado al Tec de Monterrey. En primer lugar está la UNAM. El Tec cometió el error de no atender lo educativo sino la ganancia económica, cuando esto sucede el resultado es la mediocridad; es probable que la UAM pronto desplace al Tec.
El SNTE tiene 100 millones de pesos que no ha usado, dinero destinado a comprar computadoras personales a los profetas. (Sin palabras)
Desde París llega la noticia de que nuestra educación está mal, entre otras cosas, porque los profesores carecen de conocimientos (el 25%) y eso les provoca inseguridad.
(Algo muy educativo fue ver al presi viendo el fut).

BUENA SEMANA 

viernes, 20 de junio de 2014

Ejercitar el vuelo, por Israel González

Ejercitar el vuelo
 Israel González

Entonces me di cuenta que todo había acabado.
Me sentí liberado de él y de mí.
Solo otra vez.
Con mi propia rutina.
Sin los sobresaltos de la espera.
Sin las prisas por llegar a las citas.
Era otra vez la extraña calma, las paredes vacías, la cama con una sola almohada, las calles sin su presencia.

Quise llorar; pero estaba vacío, seco, sin lágrimas.

EL PERICO DELATOR (NACOS EN EL MUNDIAL) Por Jaime Velasco Luján

EL PERICO DELATOR (NACOS EN EL MUNDIAL)
Por Jaime Velasco Luján


"Me sentía ya borracho cuando oí un voz junto a mi oído:

—Ya no tomes.
No hice caso a la voz y seguí disfrutando de la fiesta de cumpleaños de mi chompiras de oficina, Raúl. La voz insistió:
—Ya no tomes, vas a manejar.
Era mi perico Babalucas, quien decía que ya le parara. Babalucas es mi mascota, prácticamente, desde que nació: nunca lo dejaba solo y él no se despegaba de mí.
Hoy, como era viernes, Raúl nos invitó a su casa, así que pasamos a comprar una botanas, unas botellas y nos dirigimos a su departamento, donde nos esperaba su joven esposa, empezó luego luego el brindis por el festejado, el cotorreo, las botanas se fueron consumiendo... Casi al amancer, salí de la casa de Raúl, subí al Pointer y me enfile a mi departamento... Quiso el destino que, a medio camino, me detuviera el alcoholímetro por culpa de Babalucas: el perico iba en el asiento trasero pero en cuanto vio el retén empezó a gritar:
—¡Viene borracho, viene borracho!
De inmediato a policía me marcó el alto, un patrullero se me acercó, me olió, buscó quien había dado la voz de alarma, pero no vio a nadie dentro del auto.
—Fue el perico, se llama Babalucas, él me delató— dije.
El policía se le quedó viendo al perico, pero éste no dijo nada.
—Me va a tener que acompañar al Torito— dijo el poli.
—¿Y el perico? —pregunté— Nunca se ha separado de mí, deje que me acompañe al Torito.
—No —dijo el poli—. El loro dormirá en el corralón."
 (Tomado de La jornada, 12-01-14; nota titulada "Su perico lo delata y termina en El torito; el ave, en el corralón.)

NACOS EN EL MUNDIAL

Los aficionados mexicanos fueron demandados por la FIFA, ante la Federación Mexicana de Futbol, por gritar una palabra a los porteros, cada vez que iban a depejar, palabra homofílica que ofende a los gays... Un joven mexicano, también ayer, se lanzó al mar estando completamente ebrio... y es la hora en que no lo encuentran, se supo que es hijo de un funcionario de Chiapas... ¿Habrá alguna forma de que no regresen? En los diarios han salido fotos de mexicanos: políticos, empresarios o hijos de éstos parásitos...

BUEN FIN DE SEMANA  


sábado, 14 de junio de 2014

El sentido figurado, por Israel González

El sentido figurado
por Israel González    
                                                              
Si queremos desearle a alguien, cuando lo vemos, que todos sus días sean buenos, diremos “buenos días”, si no solamente “buen día”.
¿Qué frase es la correcta? ¿”Vaso de agua” o “Vaso con agua”? En Chiapas decimos “Quiero un vaso de agua”, en sentido figurado. Sabemos que el vaso no es de agua sino que lo queremos con agua. Y, además, suena mejor así; es más poético, digamos.
Ciertos afanes correctivos olvidan que existe el sentido figurado y las licencias poéticas.
Pretender llevar al límite la racionalidad sintáctica o semántica suele terminar en la irracionalidad que tanto se teme, en la burla que tan bien se esgrime.
En el pequeño ensayo, “Helarte de la errata” (Carlos López, Praxis, 2005, 1ª. edición), el autor trata con humor el tema de la errata, que tanto aflige a escritores y a periodistas pues una sola letra mal puesta cambia todo el sentido del texto: “Aquella mañana, doña Manuela, se levantó con el coño [por ceño] fruncido”.

En este ejemplo, en cambio, la errata es no reconocer el sentido figurado: “En México, algunas vías del interior de la república anuncian: ‘Esta carretera no es de alta velocidad’, dando por sentado que hay carreteras hechas de baja velocidad, no de asfalto”.

viernes, 13 de junio de 2014

CRÓNICA SEMANAL (LOS NIÑOS SUPERDOTADOS) Jaime Velasco Luján

CRÓNICA SEMANAL (LOS NIÑOS SUPERDOTADOS)
Jaime Velasco Luján


Hace 8 días terminó el curso sobre la vida y la obra de Julio Cortázar, en la Casa de las Humanidades de la UNAM, sita en Coyoacán; por la tarde, asistí a la presentación del libroPiélago de José María Espinasa, actual director del museo de la Ciudad de México, en el mismo lugar... El lunes grabaron los niños el tercer programa de radio en la Secretaría de Cultura del D. F., participaron niños de primero, segundo y tercer grado de primaria, en la cabina los susodichos jugaban con el micrófono... El mesmo día apareció en El gráfico un reportaje sobre una de las alumnas del Libro-club de Coyoacán, el texto lleva la marca de la casa: resalta lo malo y acusa al Delegado de no continuar con los programas de lectura para adultos; esa tarde asistí (creo que soy muy metiche) a Televisa de avenida Chapultepec: escritores, políticos y luchadores sociales organizan un Congreso Popular para contrarrestar el oficial Congreso, estuvieron: José Manuel Mireles (mis respetos), Leo Zuckerman y representantes de: Atenco, la UNAM, Morena, etc, ojalá se logré conjuntar a la verdadera oposición de México... El miércoles concluí el curso de Creatividad en la escuela Londoderrry, la actividad fue una pintura al óleo: madres e hijos se pulieron y produjeron 3 pinturas muy buenas, a los primero lugares obsequiéles un rompecabezas, de los Superhéroes y de Frozen... Antier, Miguel Mancera declaró que en el país hay un millón de niños superdotados, que en el D. F:, hay cien mil, que aplicó un test y, finalmente, aparecieron 22 con un coeficiente mental mayor a 130; me parece que hay cientos en la capital, Mancera aplicó el test, seguramente, sólo a las escuelas públicas, pero por la calle se encuentra uno a muchos niños superdotados, los cuales se distinguen por su buen actuar y mejor decir... Anoche fui al cine, quería ver la nueva película de Alejandro Jodorowsky, La danza de la realidad o Historias de hombres y caballos (creo que así se llama) pero sólo estaba Maléfica (no me imagino pagar 50 pesos para ver cómo deshacen la historia original) y otras películas por el estilo, me llamó la atención una película de Giussepe Tornatore (el director de Cinema Paradiso), la película se llama Al mejor postor, su hechura es impecable, el tema es el clásico viejito que se enamora de una joven, lo notable es que la película transcurre entre puras obras de arte, sobre todo pinturas... En esta vacaciones, con el pretexto de ver el Mundial de futbol, me encerraré a continuar los 4 libros que escribo: he pasado la etapa más difícil, el arranque... Ganó México, de haber perdido, no sé qué hubiera pasado... Ah, el martes entregué un libro de poemas en la UAM para ser dictaminado: Oriente, 4 miradas sobre el mundo... BUENA SEMANA

miércoles, 4 de junio de 2014

El sueño de una musa, por Saúl Kastro

El sueño de una musa
por Saúl Kastro


Heme aquí, camino al hospital, voy por ella.
            Todos pensaron que se aventó a las vías, justo cuando pasó el Metro. Hubo gritos de terror, desmayos y otras confusiones. Pero no, no se aventó, se cayó de sueño la muy atolondrada, levantó el brazo para hacerle la parada al convoy ¿puedes creerlo? No hacía broma, fueron signos de alucine, preludio a su caída, quien sabe qué estaba soñando, que era el micro o un taxi… qué sé yo; luego ¡Pum! Fue a despertar al hospital.
            Ayer por la tarde me habló para avisarme que iría con sus amigas de… ¿cómo dicen ellas?... de pari. ¡Qué pinche pari ni que la fregada! Parida de madre que se puso cuando azotó en las vías. De suerte que es chaparrita y menudita, embonó perfecto entre las vías y la máquina le quedó encima. Solo se dio en la cabeza un chipotazo… o chiputazo, como gusten. Le dije “no te desveles, te necesito al cien el sábado temprano para hacer ese cuento”, pero no me hizo caso, nunca me hace caso, es una irreverente, me dijo “sí, sí, yo estaré al mil…”, me tiró de a loco. Así nada más.
            El jueves se desveló viendo películas de zombies. El viernes en la mañana se fue somnolienta a trabajar y a mediodía empezó una de sus compañeras del trabajo a enviar mensajitos por el celular a las demás. “Por fin es viernes ¿una cervecita?”… alborotó el gallinero y sus amigas la sonsacaron, sí, fueron ellas, como si no las conociera. Le dije… ah, por que sí le dije “no vayas a llegar tarde, recuerda que mañana temprano…”, “sí, sí, mañana tu cuento, ya me dijiste.” Y otra vez me ignoró, nunca me hace caso, nunca, por eso me enojo.
            Pues se fue con sus amigas a un antrillo, cerca del Metro Mixcoac. Y bailaron y pidieron cerveza una y otra vez, como si fueran gratis ¡carajo! Ya para las once de la noche estaba más tirada por sueño que de ebria. Yo le dije, se lo advertí, “si vas a tomar te regresas en taxi y acompañada con todas”, pero no me hizo caso, se salió de su “pari” con una de sus amigas, que no sé si igual de borracha o igual de dormida, para el caso fue igual que salirse sola. ¡Pero en qué cabeza cabe dejarlas que se regresen solas, si salen juntas, juntas se regresan! Pero no, las dejaron ir porque el Metro estaba en la siguiente esquina.
            Pues ahí tienen al remedo de la Guayaba y la Tostada, bajando las escaleras eléctricas, abrazadas y berreando canciones de la Arrolladora. De pronto su amiga le dijo “¡Ya viste quién va ahí, es la Musaraña!”, una vieja amiga de ellas, y en vez de gritarle, corrió para alcanzarla, pero la muy tonta le puso la credencial de elector al detector de tarjeta para el torniquete, se le borró la cinta, no se dio cuenta y como iba corriendo, obvio, el torniquete no giró y se dio un chingadazo en la panza, se fue de jeta para enfrente y hasta las patas levantó. Mi Musa se espantó, le ayudó a incorporarse y después de corroborar que estaba bien, hizo lo que muchas buenas amigas suelen hacer, verla a los ojos con cara de “qué pendeja” y luego tirarse de la risa. Mientras la otra parecía que vomitaría, mi Musa estaba que no se aguantaba. Cuando vio que su amiga empezó a llorar mi Musa dejó de reír, la abrazó y caminaron hacía el andén para abordar el Metro.
            Ya era cerca de la medianoche, su amiga tan pronto dejó de llorar, comenzó a vencerla el sueño… ah, par de desveladas. Mi Musa se recargó en su hombro y también comenzó a ganarle el sueño. Poco a poco resbalaron por la pared. Pasaron cinco minutos más y mi Musa inspiradora vio su reloj, pero los números y manecillas eran borrosos. Se levantó a asomarse si ya venía el Metro. Rebasó la línea amarilla. Contempló el fondo del túnel, una luz ya se aproximaba… cerró sus ojitos, levantó la mano y ¡pum! En ese momento su amiga abrió los ojos, logró ver cómo caía mi Musa, se puso de pie, lanzó un grito de terror y se desmayó.
            Tres cafés con sustituto de crema tomé en mi sillón y consumí cuatro cigarros, esperé toda la noche que llegara mi Musa inspiradora… y no llegó, al menos esa noche. A las cinco de la mañana, cuando el sueño ya me vencía, sonó el teléfono, eran del hospital, que fuera por mi Musa.
            Y heme aquí, en camino por ella.