Zozohua
Por
Graciela Salazar Reyna
PARA
QUE LAS ESTRELLAS TE RECUERDEN,
colocaré tu imagen esta noche
mirando a la ventana;
para que llegue el tiempo de tus
pasos,
haré que con tus ojos simplifiques
y enciendas las mañanas.
Llamaré con tus nombres a los días,
para que todos lleven los distintos
matices que despiden tus palabras.
Navegaré las horas río abajo,
hasta que por las playas del retorno
aparezca el velero de tu canto.
Y al padre olvido escribiré una carta,
diciendo que ya es tiempo, que
descanse,
y esta vez deje libres nuestras almas.
Es encantadora la sugerencia de
colocarnos ante la ventana y lograr que las estrellas nos recuerden, pareciera
idea surgida de una mente infantil capaz de realizar cualquier acto de magia;
tan fácil, encender las mañanas, colorear con las palabras que deseamos los
días que pasan, ir “río abajo” hasta encontrarnos con el canto del mar. Y
tomando las riendas, desde la memoria, gestionar una dispensa con el “padre
olvido” que nos permita permanecer.
Este poema es de nuestra amiga Carmen
Alardín (1933)[1],
tamaulipeca de nacimiento, nuevoleonesa, defeña y del mundo que se le antoja,
por adopción. El texto pertenece a “Todo se deja así”, publicado hace casi 50
años; con éste y seis títulos más de su producción poética reunidos se le
homenajeó por sus ochenta años, en UANLeer 2013. Deseamos, de corazón, que la
niña que fue siga acompañándola en sus viajes con la poesía, por mucho tiempo.
[1] Carmen Alardín. Para que las estrellas te recuerden (Palabras en
poesía, compilación y comentarios de Margarito Cuéllar), UANL, Monterrey,
México, 2013
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