martes, 29 de enero de 2013

La Cassez, la justicia y Céfero, de Xavier Vargas Parda, por Graciela Salazar Reyna



Zozohua

Por Graciela Salazar Reyna


Los mexicanos hemos vivido una semana, ésta que terminó, vergonzante y triste. Ya no quisiera uno repetir nombres ni siglas que ocupan páginas nacionales e internacionales en distintos medios, con los temas Cassez, SCJN e IFE: uno vinculado a la delincuencia rampante que priva la libertad a ciudadanos secuestrados ¿sin derechos? y atenta contra la seguridad que debiera garantizarnos la constitución; el otro veredicto agrava la falta de confiabilidad en las instituciones. ¿Qué clase de justicia es la que favorece o castiga según quién represente y defienda a unos y otros sin importar delito ni daño causado? El camino a seguir, por la delincuencia, evadiendo la justicia y haciendo de las suyas contra los demás, inermes; buen ejemplo de impunidad. Están allí, lamentablemente.

Pero no podemos restregar heridas todo el tiempo. Mientras se orean y surgen ideas que den luz, para limpiar tanto cochinero; nos refugiamos en el arte. Ahora, leyendo a “Céfero” he recordado a unos grandes amigos que habitan la zona lacustre de Pátzcuaro, en Nocutzepo; se dedican a coser, bordar, plantar y cuidar sus árboles y hortalizas, por supuesto, a la música y la lectura, intentando criar hijos y hombres de bien. Se me antoja compartir, en este espacio, un fragmento de la prosa que llama la atención de esta lectora, cuya terminología propia de aquellos pueblos michoacanos atesora, para fortuna de los mexicanos, valores esenciales y queribles.

“Ya como a las dos de la tarde todos andaban tuturuscos. El maistro de la orquesta dejó su pito porque no faltó por allí alguna que le guiñara los ojitos pa que la sacara a bailar; era un jolgorio que el que no se destotunaba de risa con cualquier insignificancia, es porque andaba retentrao revalsando con su dama. ¡En las que me vía yo pa destapar botellas y secar vasos… al principio!, porque después, uno me daba el vaso y yo nomás lo pasaba de mano con un chorro de relleno, ¡combinaciones a todo meter, amigo!
(…) Así estaba el agasajo cuando llegaron las guananchas con sus gritos, sus saltos y payasadas. ¿Las guananchas…? ¡Diatiro nada!, los danzantes que salen antes de la nochebuena brincando por las calles del pueblo; son muchachos añejitos y léperos vestidos de mujeres, sí, pos les salen los pantalones donde las terminan las naguas. Se ensartan collares de tejocotes, telebrejos y el rebozo terciado al modo de carrilleras; train la cabeza tapada con un paliacate y las máscaras de madera que se ponen diatiro como muchachas chapetiadas y alegres. Arman el alboroto a carreras, malancanchunchas y aullidos y donde ven gente parada en la puerta se juntan pa bailar y decir versos: ‘Las torres de catedral /están que se cain de risa /de ver a los carrancistas /con chaqueta y sin camisa’. (Las Guananchas. En Céfero, Xavier Vargas Pardo, FCE, Letras mexicanas, México, 2004). Dejo sólo una probadita para que se animen a leerlo completo.

sábado, 26 de enero de 2013

De harina y huevo, por Maya Lima


Esto es Rhythm&Books La letra con ritmo entra

Esta es la historia de una editorial que publica libros de autores que, antes que escritores, son músicos. Una editorial fundada por una esforzada mujer que de niña conoció el sonido de las rotativas y el olor de la tinta al impregnarse en el papel…Elena Santibañez nos comparte su experiencia..Disfruten…
Esta historia pudo haber empezado una tarde de finales de octubre de 2007 cuando perdí un avión de Madrid a México. O unos días después, cuando al regresar finalmente al D.F. tuve la sensación de haber llegado a una vida que no era la mía: me había quedado sin chamba, las deudas brotaban a mi paso como hongos y un problema familiar que antes de mi viaje parecía estar en vías de resolverse a mi regreso estaba fuera de control. La suma de todo lo anterior dio un resultado negativo, un saldo rojo que me hizo irme a hacer mis cuentas a otra parte, no sin antes subastar —literalmente— todas mis pertenencias (incluso la biblioteca que heredé de mi padre, mi colección de ceniceros de hoteles de paso y el costurero que con tanto cariño me regaló una de mis suegras) para amortizar los mencionados hongos brotantes y el problema familiar, que también tenía que ver con cuentas por pagar, derivado de —por llamarlos de algún modo— los comportamientos autodestructivos que en aquel entonces solía tener mi primogénito. Así, con mis Converse puestos y mis escasas pertenencias —unos cambios de ropa; un pequeño Larousse Español-Inglés; la laptop que me negué a subastar; mis imágenes de San judas Tadeo, el Sagrado Corazón de Jesús y el Santo Niño de Atocha—, en una maleta roja que aún conservo y ahora viaja siempre atiborrada de libros, llegué el 31 de diciembre a Tijuana y crucé por primera vez la línea fronteriza para entrar a California, específicamente a Chulavista. Con mi hermana Laura —quien me salvó de la ignominia al ofrecerme trabajo como nana de su hija— pasé la noche de año nuevo a la orilla del mar de La Jolla, hecho que consideré un augurio de lo bueno que 2008 me traería. Todo ese año fue de aprendizajes. Aprendí a usar toda la tecnología disponible, la cual, en varios casos, sólo había visto en películas, para moler café, lavar trastes, cocinar y en general a tener la casa en orden.  Así, en una versión fronteriza del Karate Kid, un soleado mediodía californiano brotó en mi cabeza la idea de publicar en libros lo que escribían los músicos cobijado por el nombre de Rhythm & Books. Y bueno, la idea no brotó nomás así como flor silvestre sino porque cierta información danzaba en mi cabeza mientras mis manos limpiaban el jardín de los Watkins. El tiempo que viví en Chulavista mantuve contacto por correo electrónico con dos de mis amigos músicos. Así, un día recibí el cuento que le escribió Carlos Avilez a su hija Luz Irene, quien entonces tenía siete años. Un texto breve y bien escrito, que narraba una historia muy sencilla con diversos matices que se iban revelando ante la mirada del lector. Después, con poco tiempo de diferencia, recibí los primeros bocetos de las crónicas que Rafael González quería escribir para que sus hijas conocieran su vida. Estos textos extensos y ricos en información me resultaron muy interesantes pues en ellos Rafael narraba su vida vinculada al mundo de la música. Ambos trabajos llegados a mis manos casi de manera simultánea fueron el detonante para que aquel mediodía soleado al que ya me referí, surgiera el concepto y el nombre de lo que hoy es R&B. Si recordara la fecha, tal vez ésa sería la que marcaría el inicio de esta historia. Unos meses más tarde regresé al D.F. con los mismos Converse y la misma maleta roja, pero con una idea nueva y una propuesta para hacerles a Carlos Avilez y a Rafael González. Aquí vale mencionar que antes de la debacle que me llevó a las experiencias arriba detalladas yo ya me dedicaba al bonito y siempre entretenido abarrote editorial, vaina de la que quise distanciarme cuando salí por cuerdas de la que fue mi vida hasta el aciago día en que perdí el avión en Madrid. Aunque realmente quise distanciarme de la hojalatería, pintura y ensamblado de textos, es sabido que “la cabra tira al monte” y al leer los escritos de mis amigos supe que tenía la oportunidad de realizar ideas que como editora hacía tiempo tenía en la mira y vincularlas con el trabajo escrito, más allá de la composición de canciones, realizado por músicos profesionales. A mi vuelta en la Ciudad de México le propuse a ambos músicos que esos trabajos que me mostraron fueran publicados como libro. Al principio Carlos Avilez no estaba convencido pues el cuento lo escribió sin mayor pretensión para su hija, pero gracias a la excelente interpretación gráfica que la artista plástica Guadalupe Rosas hizo de los personajes, Carlos se convenció de publicarlo al ver los primeros bocetos, y la propia Luz Irene —una gran lectora y consumidora de arte visual desde entonces— también dio su aprobación.
Por su parte, Rafael González —quien a partir de ahora será mencionado como el Sr. González— aceptó gustoso que sus crónicas se publicaran como libro. Curiosamente ni el trabajo de Avilez ni el de González inauguraron la editorial, pero ahí comenzó a girar la rueda, ese carrete de hilo al que empecé a jalarle, como tiempo después se refirió metafóricamente Pascual Reyes al hallazgo que yo había hecho con R&B.
Porque fue él quien inauguró este proyecto que nació en un jardín de San Diego, California. Aunque haciendo un poco de memoria, tal vez realmente empezó la tarde en que Carlos Avilez me presentó a Jaime López y a la luz de unas cervezas acompañadas de su inevitable tequila tuvimos una primera plática en la que, por supuesto, hablamos de música y escritura, sin imaginar que un par de años después Jaime pondría un importante cimiento en la edificación de R&B al prologar el primer libro, escrito por Pascual Reyes.
Aunque también es posible que la historia comenzara, precisamente, la noche de grata “combebencia”en una cantina del D.F., cuando en compañía de López y Avilez conocí a Pascual y le pregunté acerca de un libro de su autoría que habría de inaugurar en México la editorial Chorrito Azteca, filial de Chorrito de Plata en España, propiedad de Enrique Bunbury, libro que —esa noche me enteré— nunca se publicó. Ahí mismo le conté de mi idea de crear R&B y le pregunté si le interesaría publicar su libro conmigo. Pascual sonrió y dijo que no, que la mera verdad él no era escritor sino cancionero. Sin embargo insistí hasta que mi acoso prosperó, y poco tiempo después tuve conmigo el original de aquel libro inédito, del cual seleccioné textos que le propuse a Pascual publicar bajo el nombre de Corazón minado. Declaratoria, con ilustraciones del artista plástico Antonio Ledesma Nostragamus. Este libro, que no es un poemario ni un cancionero aunque sus textos oscilan entre estas dos vertientes, es principalmente una declaración, una toma de postura ante la soledad, el amor, la tristeza y todos esos temas a Pascual tanto le gustan, de ahí el subtítulo Declaratoria. En este caso, la parte gráfica también fue determinante para convencer al autor de que hiciéramos el libro. Todas las imágenes fueron tomadas de los cuadernos deNostragamus y por ello éste se publicó antes que el de Avilez y el de González, pues al contar con los dibujos y no tener que realizarlos se redujo el tiempo de producción. Éste, el primer libro de R&B, fue presentado en junio de 2009 y ese día comenzó oficialmente esta historia. O tal vez empezó meses antes, cuando regresé de California y al final de 2008 conocí a Jorge Montanaro —periodista, editor y fotógrafo—, quien fue el primero en saber de este proyecto, me alentó de todas las maneras posibles para que lo realizara y posteriormente hizo los retratos del autor y el prologuista para el primer libro que se publicó. O quizá el verdadero comienzo fue cuando le conté a César Caballero, buen amigo y talentoso diseñador gráfico, la idea que traía entre manos, y él no sólo se entusiasmó sino que de inmediato se puso a trabajar en las propuestas de logotipo basado en el nombre que yo tenía: Rhythm & Books, y en el formato inspirado en un recuerdo ochentero que César, básicamente por su edad, no compartía pero entendió perfectamente: “Quiero algo austero y elegante, largo, como los primeros libros que llegaron a México de Editorial Siruela”. El conejillo de indias fue Corazón minado, que no sólo sirvió para probar formato, logotipo y otros aspectos que definimos desde ese momento para darle identidad a una colección, sino también fue al que le tocó la novatada de la impresión. Nunca olvidaré mi estupor al ver los libros recién llegados de la imprenta, el trabajo era tan deplorable que era difícil creer que aquello era una impresión y no una fotocopia hecha con el toner a punto de acabarse. El impresor, de cuyo nombre no quiero acordarme, evadió hasta el último momento su responsabilidad e insistió en que la impresión era mala porque mi original estaba defectuoso. Nunca, ni cuando descubrí la infidelidad de mi primer marido, escuché una explicación tan pendeja.
La fecha de la presentación ya estaba anunciada y lo que teníamos en lugar de libros era un montón de papel echado a perder. Por fortuna César conocía a don Antonio Laguna, quien con su aplomo de impresor de verdad nos sacó del atolladero. La imprenta de este experimentado conocedor de las artes gráficas es hasta la fecha nuestro taller de cabecera, cuyo impecable trabajo ha contribuido en gran medida a lograr la calidad editorial a la que aspiramos desde el principio en R&B.
Hasta el día de hoy, en los amplios sótanos de la mansión Santibáñez —léase debajo de la cama y los sillones— hay varias cajas de los primeros “corazones minados”, que son más bien “corazones tullidos” a los que con cariño les decimos “los jorobaditos”, y son el centro de fantasías como que un día cada ejemplar valdrá miles de dólares y estarán en un catálogo de Sotheby’s, o que todos arderán en una gran pira en pleno Eje Central, en la escena cumbre de una película futurista. Ya con su libro publicado, Pascual me contactó con José María Arreola, a quien no conocí en una cantina sino en una cafetería, lugar donde me entregó una copia de su novela Aire en espera, la cual decidí publicar en cuanto la terminé de leer pues me pareció un acto criminal que siguiera guardada. Esta narración —que habla de un inquilino y sus paranoias, incluida la patológica relación con sus vecinos y con el propio edificio donde vive— posee una escritura impecable y es un ejemplo claro, bello y contundente de cómo “la letra con ritmo entra”. (Aquí abro un paréntesis para aclarar, antes de que haya un mal entendido, que si bien conocí a Chema tomándonos un café, el proceso de revisión de su libro tuvo como sede desde cantinas cutres hasta bares de moda en la Ciudad de México, donde a la luz de bebidas refrescantes cazábamos erratas.) Aire en espera fue publicada de manera simultánea con Una historia como cualquier otra, el cuento de hadas de Carlos Avilez, en noviembre de 2009, y ambos trabajos fueron prologados por otros músicos: Fernando Rivera Calderón y Armando Chong, respectivamente, quienes fueron invitados a ser autores de la casa. Fernando Rivera hizo la propuesta de escribir un ensayo que, conociendo su gran sentido del humor, prometía ser muy divertido y cuyo nombre sería El laberinto de la sobriedad. Al día de hoy lo único que puedo decir es que si el original existe, para mí es como el Yeti: he escuchado mucho sobre él pero nunca lo he visto. Por su parte, Armando Chong, quien además es poeta y loco, está cerca de concluir un libro de haikús que ilustrará el también músico y artista plástico José Fors.
Un año después, en noviembre de 2010, se unió a esta familia literario-musical una banda completa: Botellita de Jerez con La ventana y el umbral, un poema de largo aliento escrito por Armando Vega-Gil, quien con una veintena de libros publicados y tres premios nacionales de literatura ya había salido del clóset de los escribidores. En este libro abandona sus temas habituales, escatológicos y terroríficos para contarnos cual si fuera un delirium tremens una historia dolorosa y llena de recovecos emotivos, y mostrarnos en forma por demás estética que la vida es esa ventana por la que nos arrojamos todos los días para recorrer los umbrales de la desesperación. El libro está ilustrado por Sergio Arau. El prólogo es una rola compuesta por Francisko Barrios, el Mastuerzo, cuya letra aparece impresa en una de las páginas del libro y en cuya solapa posterior se encarta un CD donde Los jijos del máiz la interpretan.
Creció la familia y se diversificaron los géneros: poesía, cuento y novela fueron el precedente para el arribo, también a finales de 2010, de una serie de monólogos escritos por Jaime López en El diario de un López, donde rinde un inteligente y divertido homenaje a Carlos Ancira al parafrasear su famosa representación de El diario de un loco y darle un carácter teatral a los textos que componen este libro que, en afortunada correspondencia, es prologado por Pascual Reyes. El ilustrador Jorge Flores Manjarrez fue el encargado de darle rostro a “Mi querido Darío”, personaje protagónico de estos textos en los que reflexiona sobre los avatares de la existencia.
Pasó un año más y en diciembre de 2011 R&B publicó Estambul. Cuadernos nocturnos,de José Manuel Aguilera quien, a diferencia de todos los autores anteriores, no me entregó el original de un libro sino su materia prima, es decir, una serie de reflexiones, sueños, comentarios y notas en un archivo de word, que sería el equivalente a un montón de papelitos, servilletas y hojas con algo escrito sobre sus temas recurrentes.
Leer los textos, clasificarlos, darles un orden temático, precisar términos, etcétera, fue un trabajo que sinceramente disfruté porque de eso se trata la edición de libros, de conocerlos a fondo, de descifrarlos para darles la fachada que les corresponde y así dotarlos de identidad y de personalidad. Después de hacer este ejercicio me pareció que Estambul era un buen nombre, y de ahí partimos en R&B para desarrollar el concepto gráfico. Con el trabajo de César Caballero en el diseño y de Claudia Sánchez en las ilustraciones se logró un resultado que, mientras a nosotros nos hacía aplaudir como focas, al único que parecía no acabar de complacer era al autor mismo (¿será que es inexpresivo o que otras cosas despiertan sus afectos). El trabajo se presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y el Centro Cultural de España en el D.F., como es costumbre presentar las publicaciones de R&B, ocasiones ambas en las que quedó manifiesto que Aguilera tenía razón cuando, al revisar las propuestas para la portada precisó: “Hay que destacar más mi nombre porque eso es lo que vende”. Y vaya que vendió, pero ya puestos en esa lógica, el “nombre que más vende” dentro de R&B es sin duda, Corazón minado, de Pascual Reyes, que tras su lanzamiento agotó mil copias en menos de un mes y, podría decirse, es nuestro best seller hasta la fecha. Actualmente está por terminarse el segundo tiraje de dos mil ejemplares, y ya planeamos la siguiente edición.
Continuando con la historia, de manera paralela a la confección de Estambul se publicó Mi vida pop, del Sr. González, el cual inauguró la colección “Con música de fondo”. Como mencioné al principio, este libro en su versión primera fue uno de los detonantes del proyecto editorial que en junio de este 2012 acaba de cumplir tres años de vida, pero fue publicado hasta hace unos meses debido a que durante el proceso de escritura del original el Sr. González enfrentó y venció un cáncer linfático y poco después una neumonía severa. Estos padecimientos pusieron en peligro su vida y lo sometieron a una larga recuperación, que retrasó su culminación. Una vez terminado, la complejidad de su estructura implicó también un tiempo largo de edición y diseño, que dio como resultado ubicarlo en una colección distinta. Sin temor a exagerar, editar el original del Sr. González ha sido el más grande reto editorial que he enfrentado en mi larga carrera, ya que contenía varios textos y subtextos que, con la siempre valiosa colaboración de César Caballero, logramos jerarquizar y dotar de un espacio vivo dentro de cada página.
Mi vida pop se compone de crónicas autobiográficas que van ligadas a la historia de la música, vista desde los ojos del Sr. González, quien además comparte experiencias gastronómicas, turísticas, políticas, familiares, etcétera, vividas en México y otros países. Un libro delicioso, si hubiera que ponerle un adjetivo.
Actualmente R&B trabaja en nuevos proyectos para publicar el año próximo, y antes de que concluya 2012 se publicará bajo nuestro sello el álbum debut de AVILEZ&EXTRAÑOS, proyecto de Carlos Avilez, bajista de Cuca, donde nos propone un sonido nuevo que fusiona el rocanrol con el blues y que él mismo describe así: “No el blues de Mississippi o Chicago, más bien el de los barrios bajos de las grandes ciudades de México, el que cantan los trasnochadores en boleros y, coqueteando con el tango, bailan en las esquinas bajo las farolas de la noche”. Blues Mexican style de alta factura.
Esta historia pronto podrán verla narrada en imágenes en el documental que el cineasta Ray Cebada está realizando, con base en la grabación sistemática e ininterrumpida de los eventos literarios y musicales que hemos realizado durante tres años. Hasta aquí llega por ahora la historia de un proyecto editorial que casi podría asegurar empezó una tarde de hace muchos años, en que una niña llevada de la mano de su padre por primera vez pudo ver de frente una rotativa trabajando. Nunca olvidó el sonido de la máquina imprimiendo ni el olor del papel copulando con la tinta. Y si realmente infancia es destino, es por eso que la niña que conoció imprentas y cantinas al tiempo que escuchaba a José Alfredo Jiménez mientras hacía la tarea y leía los libros que le compraba el hombre que le reveló todo lo anterior, un día decidió reunir papel, música y tinta para crear un concepto editorial que Jaime López resumió en una sola frase: La letra con ritmo entra.

viernes, 25 de enero de 2013

Surrealismo nacional 3, por Jaime Velasco Luján

GRACIAS POR SUS CORREOS... SURREALISMO NACIONAL: 3 comunicados envió el sup Marcos  esta semana, los cuales fueron boicoteados por los medios, el segundo va dirigido a "Alí baba y sus 40 ladrones"... Cassez libre, el autor del montaje de la captura, libre y fuera del país... Libre también Deuahare. LA PELÍCULA DE LA SEMANA: "Amor", película francesa, muy fuerte pero excepcional, ganó la Palma de oro en Cannes y es candidata al Oscar, temo que los gringos no la entiendan porque no hay violencia, ni mascotas, ni amores frustrados. XOCHINOTAS: El lunes se dieron reconocimientos a los alumnos de 5° "B" de la escuela Fernando Celada por su participación en el taller de redacción, este lunes corresponderá a la escuela "heruesdelaindependencia"... Asistí como jurado del certamen Beno Juárez A Tepepan, la escuela particular se llama Londonderry: es impresionante el edificio, se trata de una vieja hacienda que recuerda el museo Dolores Olmedo porque fueron construídos en la misma época, la hacienda fue remozada, luce impresionante (tarde o temprano la compraré), huiré de mi cuarto que, con motivo del año nuevo, pinté de color vainilla, ¡vainilla! (se ve bien naco)... Por fin ganaron los Pumas aunque haya sido a unos yucatecos... Solicité una cita con el nuevo director del FCE, José Carreño Carlón... El jueves se presentó, en el foro Quetzalcóatl, el libro Banco de Maridos Defectuosos, que contiene 18 relatos de mujeres que narran sus experiencias reales o inventadas, el libro estuvo coordinado por la profra Elizabeth Llanos, en el mismo, nos tratan a los hombres bien gacho... BUENFIN  

miércoles, 23 de enero de 2013

Instrucciones para vivir en México


Reseñas:
Héctor Bravo
Pensar en toda la obra de Jorge Ibargüengoitia remite a un solo adjetivo, sarcasmo. Escritor de teatro, ensayo y novela, con un estilo marcado por la crítica mordaz, Ibargüengoitia practica a observar la vida de la ciudad de una manera menos tortuosa. El libro de Instrucciones para vivir en México puede servir de medicina para los neuróticos, para aquellos que ven en los impulsivos tocadores del claxon a una bestia en lugar de un conductor humano. Con este libro también se puede entender la abundante tecnología mexicana, principalmente el desarrollo tecnológico e innovador del taco y la torta, así como sus expresiones mercantiles en cada esquina. Se trata de observar a la Ciudad de México desde una perspectiva menos dura, donde una mirada distinta, puede convertir a la tramitología de la burocracia mexicana en un paseo turístico por las oficinas de distintas dependencias y no en una tormentosa fila de espera. Se trata de una teoría y práctica de la mexicanidad en que la risa aflora en los momentos más difíciles de la vida en la ciudad. Para algunos menos afortunados y más pesimistas el título debiera transformarse y pasar del vivir, al sobrevivir.
            Dividido en seis partes temáticas, este libro es una recopilación de los artículos que Jorge Ibargüengoitia escribió para Excélsior entre 1969 y 1976. En la primera parte, “Lecciones de Historia Patria”, nos recuerda cómo se festejaron los 50 y 150 años de Revolución e Independencia, indignado, porque no lo invitaron a inventar alguna frase célebre que hubiera pronunciado algún héroe patrio, como: “Si los caballos no estuvieran en la Loma, usted estaría corriendo como conejo”. Si aún viviera Ibargüengoitia, tendría material para una impresionante novela cuando se enterara de que para festejar el 200 aniversario de la Independencia se dieron los honores máximos a los huesos de un venado que ahora descansa junto a los héroes patrios. En una segunda parte, “Teoría y práctica de la mexicanidad”, recuerda algunas características inherentes al ser mexicano, desde la hospitalidad hasta la inevitable pregunta cuando alguien toca a nuestra puerta —¿Quién?—, y por lo regular el que está afuera, muy seguro de sí mismo y de nuestro afinado oído, responde —yo—. En una tercera parte “La Familia Revolucionaria”, enseña formas para resistir la idiosincrasia de los burócratas y la política mexicana e ilustra la manera en que un diputado se parte la columna, la espalda y la dignidad, para ganarse el sueldo y mantener su curul. En la cuarta parte, “Con siete copias”, evidencia a la burocracia, desentraña el espionaje entre las dependencias y el asalto velado que sufren los contribuyentes por parte de los oficinistas. La quinta y la sexta parte, “La lucha por aprender” y “Las madres y otras mujeres”, continúan con las mismas intenciones de empujar al lector a la risa, a la crítica del entorno que nos rodea.
            La editorial Planeta y la barata colección Booket sacaron una edición de las obras de Jorge Ibargüengoitia mostrando en la portada las pinturas de quien fuera su esposa, Joy Laville. Cualquier libro de él puede resultar enriquecedor, aunque inevitablemente salen mejor parados, La ley de Herodes, Estas ruinas que ves, Las muertas¸ Relámpagos de agosto, sin mencionar sus importantes obras de teatro. Si se busca una buena sonrisa y una perspectiva distinta de la historia de México este escritor es perfecto.
            Imposible terminar sin la nota necrológica y la desgracia que inundó a las letras mexicanas la madrugada del 26 de noviembre de 1983. Joy Laville, comentó que aquella vez que lo invitaron a un congreso de literatura en Colombia, dudó en asistir y abandonar su casa en París pues se encontraba en pleno trabajo de una novela más que, tentativamente llevaría por nombre Isabel cantaba. Después de una larga duda decidió asistir al congreso, tomó el borrador de su novela en las manos y se subió al avión que se estrellaría poco después de salir del aeropuerto de Barajas, Madrid. Ibargüengoitia murió en plena madurez intelectual, llevándose consigo la novela que estaba escribiendo en ese momento.                     



lunes, 21 de enero de 2013

Invierno, violencia en el país y César Vallejo, en Zozohua, por Graciela Salazar Reyna


Zozohua
Por Graciela Salazar Reyna

Ayer y hoy, por la mañana, desde el parquecito de barrio al que acudimos a caminar, para desperezarnos un poco; hemos descubierto que los fresnos, las retamas, huizaches y dormilones están que ansían por aventar sus brotes. En algunos reventaron amarillas como pequeños soles sus flores, también los azahares en los limones; ¿la primavera se adelanta? o ¿es el desenfreno del tiempo que uno se pregunta a diario por dónde corre? La creencia popular acusa que ya no hará frío, según la señal de los árboles; tendremos que esperar, considerando que apenas se cumple mañana el primer mes de invierno, a ver qué nos traen los días siguientes.

Lo que sucede en ese microclima, con las plantas y su entrono, nos toca el ánimo; como también el entusiasmo caliente y la conciencia de los chavos que preparan, para este lunes 21 de enero frente a la Flama de la Verdad en la explanada de la UANL, actos de repudio por el asesinato de Adrián Javier González Villarreal; caído hace unos días, por armas oficiales, “por error”. Recordarán, a propósito, otros de sus compañeros muertos o desaparecidos en los tres años recientes, víctimas de esta guerra sin cuartel que se replica en todo el país, en aras del “combate a la delincuencia organizada”.

Y como es imposible dejar de engarzar las cuentas de la vida interior con las de afuera, quise tomar este motivo cuyo lema ¿Cuántos más?, mueve a los chavos a manifestarse, buscando justicia y conciencias; están invitando a sus compañeros a encontrar una causa a defender, más allá de sus intereses personales. Son, sin lugar a dudas, los motivos que evidencian la vida en este país, la esperanza de la humanidad. Tan significativo para seguir siendo y saberlo. Como solía César Vallejo (1892-1938).

“Hoy me gusta la vida mucho menos, /pero siempre me gusta vivir: ya lo decía. /Casi toqué la parte de mi todo y me contuve /con un tiro en la lengua detrás de mi palabra./ (…) Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga, /porque, como iba diciendo y lo repito, /¡tanta vida y jamás! ¡Y tantos años, /y siempre, mucho siempre, siempre siempre!”.

¿Los niños no mienten?, por Israel González


¿Los niños no mienten?

Israel González

El largometraje La caza (Dinamarca-Suecia, 2012) pone en la mesa de la discusión el delicado tema del abuso infantil: ¿los niños no mienten?, ¿los adultos no actúan muchas veces de manera precipitada -y prejuiciada- ante cualquier asomo de fantasía infantil?

La mentira de un niño puede hundir -social, psicológica y profesionalmente- a un adulto aun sin proponérselo, acosado por un grupo de personas que quieren ver en un hecho inocente perversiones sexuales que sólo existen en sus cerebros.

Si algo enseña La caza es que ante la sospecha de abuso infantil los mayores están obligados a actuar con tino, con sensibilidad, con conocimiento de causa. O, como ocurre en el caso de Lucas (acusado de mostrar el pene a Klara, la hija de su mejor amigo), además de la injusticia de inculpar a alguien inocente y generar violencia, destruirán una vida.

viernes, 18 de enero de 2013

La cultura desde Xochimilco, por Jaime Velasco Luján



GRACIAS POR SUS CORREOS

Surrealismo nacional: se habló durante días de los perros y de Noé Hernández pero nunca de los asesinos. Anonymus Zapatista hackeó todos los archivos de la Sedena. 40% de los mexicanos no compran un libro desde hace 6 meses, se inició una cruzada conta el hambre, ambas cosas se podrían solucionar si se subiera el sueldo mínimo a 220 varos. El militar Dauahare propuso un plan antinarco: reactivar el campo, impulsar la cultura y los deportes, está en la cárcel... El libro de Iván tiene 2 próximas presentaciones: en IBBY y en el Plantel 20 de Bachilleres... La película "El cartel de los sapos" retrata con crudeza nuestra realidad... Este lunes, se hará la publicación en la escuela "Fernando Celada", a los mejores textos escritos por los alunos de 5º "B", durante la ceremonia escolar... El América sigue ganando; los Pumas, perdiendo... Ante la continuidad de la crisis, las familias mexicanas se unen, en mi caso, decidimos reunirnos cada sábado último del mes, en el parque "El batán", ubicado en San Jerónimo, es un parque bellísimo, ahí haremos deporte: voli, basquet y fut... BUENA SEMANA

jueves, 17 de enero de 2013

Opinión de Roberto Absenti sobre Trajín

Entre 

LOS DOCE ASQUEROSOS Y POÉTICOS DESEOS PARA ESTE 2013

Roberto Absenti publicó en el Semanario Deportivo de Poesía


"11. También quiero que por favor Trajín intente ser más original en sus proyectos de “expansión”, pues esto de la farándula no lo hace cualquiera, Texcahua. Mi deseo sincero es que te rodees de gente más talentosa. Hacer periodismo cultural no sólo es cuestión de sentarse a escribir tonterías y revisar la ortografía, ya buscando de antemano “no faltarle el respeto a nadie”, o de plano nomás para agredir a los enemigos con insultos moralinos. Hasta para eso hace falta algo más que talento; también hace falta porte y carisma, como en mi caso, y no ser un limón agrio, o una lima sin jugo. Y por cierto, Texcahua, aquí la mención de tu blog farandulero es gratis, es de cuates, y no te la cobro. Pero sí te recomiendo que ubiques a tus columnistas. ¡Cómo que Maya Lima para la columna de chistes!... Mejor que haga una sobre yoga, karate, pero no sobre literatura. Además es muy aburrida. Supe que querías que yo trabajara para ti, pero no pagas, mano".

miércoles, 16 de enero de 2013

Hablando de literatos, por Éric Marváz


68, por Éric Marváz.


Hablando de literatos.

Hace más de diez años, recorriendo la carretera hacia Xalapa, una luz roja me detuvo. Fue lo mejor. Los ojos me parpadeaban cada vez más lento, los hombros se me tensaban y el auto persistía en serpentear, desobedeciendo el camino. El parador (antros donde los camioneros se detienen a bañarse, comer algo, beber, dormir o coger) se llamaba “Rebeca”, eternizaré el nombre pues desconozco si sobrevive el lugar o Rebeca. Ese sitio, a las tres de la madrugada, me quitó del destino de no sé qué… o quizá me puso en él.

Decenas de ojos se volvieron hacia mí. Varias mujeres se acercaron a ofrecerme una silla en cualquier mesa. Dando las gracias a todas ellas, me dirigí a la que me pareció más triste del lugar, claro: era Rebeca. Ella era como un costal de mariposas, en cuando sonrió algunas escaparon, aunque el aliento de polvo colorido me denotó que también llevaba cadáveres dentro, sí, de inmediato imaginé coleópteros destrozados en su interior.

Podría hablarles durante días acerca de las horas que estuve con ella, de todo lo que me contó. Por ahora sólo les compartiré un texto que extrajo, escrito en un papel tan amarillo como sus dientes, de su regazo; habrá que decir que su pecho era firme, ostentoso, fiero y elegante. Ya les contaré más de ella, por ahora los dejo con un texto del escritor oaxaqueño que conocí ese día:



Mujeres de pueblo
casa de lodo
y pies de tierra.
Madres de los no nacidos
carne al portador
ojos negros de raza indefinida.
Como las mujeres de antes
en vestidos
                   cortos
pasados de moda.
Mujeres con olor a desvelo
a cigarro sin filtro
a tufo matutino
a alcohol barato
a semen seco
a sudor de hombres
que vienen de lejos
arrastrando historias como cadenas
almas penando
por familias que las esperan
con los brazos desiertos
de esposas que no saben
que ignoran
que en una veredita de tierra
está el Parador Rebeca
con sus luces rojas
parpadeantes
de estrella que se muere
como recuerdo
            que saca a flote
las cruces del camino
adornadas con flores plásticas
que se van destiñendo con el sol
y la lluvia
que aplaca
el polvo en que nos convertiremos
los que somos
volviéndonos un barro
pegajoso que se pega
en las suelas de los zapatos
y nos impide descansar en paz
forzándonos a andar
por los caminos que nadie
en vida
             o en su sano juicio
pensó en recorrer.

O. Parcero, (Oaxaca, 1920-1990).

martes, 15 de enero de 2013

Perros ex culpados, surrealismo, por Jaime Velasco Luján


GRACIAS POR SUS CORREOS
 
Surrealismo nacional: 24 perros fueron puestos en libertad (estaban en una perrera) después de ser declarados inocentes de asesinato; los vecinos de Iztapalapa suponen que tales perros saben leer: pusieron letreros de "No están solos"; mientras el Chapo Guzmán ha creado un imperio, no nacional, sino mundial, a través de la venta de membresías (revista Proceso)... Dos supervisores escolares me pidieron que sea jurado en el Concurso "Benito Juárez", con uno de ellos comenté que siempre eran los mismos textos y él me sugirió que escribiera algo diferente, así que escribí una poesía coral (Xochimilco), una pieza de oratoria (Indio) y un poema (Poesía del paisaje), mismos que distribuiré en las 8 escuelas  en que trabajo... El medallista olímpico Noé Hernández recibió un balazo en la frente pero salvo la vida y ayer declaró: "Los doctores dicen que no volveré a ver, pero mi dios dice que sí.", en efecto, el pueblo mexicano vive, en parte, porque cree en los milagros: la fé es la mejor medicina para casos extremos, acabo de ver el documental de María Sabina, chamana oaxaqueña que curaba con puros rezos, pura fé... FELIZ SEMANA 

De suicidios, ninis y Lorca, por Graciela Salazar Reyna


Zozohua
Por Graciela Salazar Reyna

En días recientes he topado con dos artículos sobre niños y jóvenes mexicanos que me inquietan, uno en relación al suicidio, como tercera causa de muerte en menores de edad; otro, de “el Ivancito”, capturado en D. F., sólo poco después de ser liberado, en noviembre; terminaba de purgar cinco años, por delitos graves, incluso asesinato y salió de nuevo a matar. Según la investigadora Emilia Lucio, de la facultad de sociología de la UNAM, y datos del Instituto Nacional de Psiquiatría, los suicidios entre niños se incrementaron 150 por ciento y 74 en jóvenes. Paralelamente, señala INEGI que seis de cada diez jóvenes no estudian preparatoria ni universidad. ¿Existen programas de gobierno suficientes y las condiciones necesarias, al menos conciencia o voluntad, para detener esto?

Aunque disguste pensar en temas desagradables, algo tendrá que moverse en el pensamiento de quienes habitamos este país, con siete millones de “ninis” que debe, primero, avergonzarnos y luego ser, obligadamente, un tema de revisión para todos, empezando por los padres que los trajeron al mundo, pero de los demás, capaces de entender el significado de no tener motivos dignos para continuar con vida.

Se me ocurre que la gente joven, tanto, como la que ya no lo es requieren verdadera atención, volver a  importar como hijos, hermanos y amigos, padres y discípulos, profesores y vecinos; sería bueno recobrar significados. Sencillos, simples como los cantados, por Federico García Lorca, en “Canción tonta” de este poema, con el que seguimos ensartando cuentas:

“Mamá. /Yo quiero ser de plata. /Hijo, /tendrás mucho frío. /Mamá. /Yo quiero ser de agua. /Hijo, /tendrás mucho frío. /Mamá. /Bórdame en tu almohada. /¡Eso sí! /¡Ahora mismo!”


Travelling, por Israel González


Una iglesia caminante

Israel González

Un predicador católico, hace un tiempo, se preguntaba, en la Plaza Pino Suárez (o San Lucas), por qué la religión no ha conseguido cambiar el corazón de los hombres. Se quejaba, asimismo, que hace 40 años un joven no decía “malas palabras” si estaba presente una señora. Ahora todo está de cabeza, decía. Ya no hay respeto.

El 30 de septiembre del 2012 se exhibió el documental “El albergue”, de Alejandra Islas, quien estuvo presente al finalizar la exhibición en el cine Lido.

Alejandra explicó que en realidad estaba en Oaxaca por otros motivos; pero que “un amigo mushe” le sugirió por qué no hacía algo sobre el albergue del padre Alejandro Solalinde.

Comentó que Solalinde es una gran persona, que no sabe cómo le hace para andar siempre pulcro en un lugar tan lleno de polvo como es Ixtepec. Apenas y pudo filmar. Para la posproducción tuvo que conseguir otros apoyos.

En el documental hay momentos dolorosos; pero también humor, cierta dosis de humor que aun en la tragedia nos permite continuar, sobrevivir, seguir adelante.

Solalinde habla, en la cinta, de su labor en el albergue Hermanos del Camino. Manifiesta que él sigue la iglesia de Jesucristo, que fue un migrante. Expresa que no comparte lo que él llama la “iglesia cómoda”. Sugiere que la iglesia debería ser una “iglesia caminante”. No cree en los políticos. Piensa que los seres humanos, suscribiendo la idea de otro sacerdote, como organismos vivientes que somos, podemos dar sorpresas; es decir, el hombre bueno puede cometer actos malos y el malo realizar actos buenos.

viernes, 11 de enero de 2013

De harina y huevo, por Maya Lima


De harina y huevo, por Maya Lima



Roberto Reséndiz  


Mi primer contacto con Roberto Resendiz se dio vía mail cuando fui invitada a uno de los encuentros literarios con más prestigio y mejor organizado en los que he tenido oportunidad de participar, encuentro que él dirige desde hace ya dieciséis años en la ciudad de Zamora, Michoacán. Pero no fue sino hasta mayo del 2012, que en la cafetería El Hurón Azul de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba), en la Habana, nos saludamos en persona y compartimos con poetas de España, Colombia, Estados Unidos y México al refresh de unas cervezas Cristal, en una mesa llena de risas, anécdotas y libros que para mí ha sido inolvidable; para terminar ya entrada la noche en un festejo callejero en el Parque José Martí del centro de la Habana vieja. Ahí estábamos en lo que parecía un chiste tradicional mexicano, aquellos que versan: había un Uruguayo, un Argentino, dos Colombianos, un Cubano, un Peruano y dos Mexicanos, al son de una vieja guitarra de palo que sonaba todas las rolitas de José Alfredo Jiménez, donde el Havana Club  aclaraba el gaznate y corría que daba gusto.

Roberto Resendiz es uno de los poetas mexicanos contemporáneos que goza de tener una exhaustiva participación internacional en recitales y encuentros literarios. Con un gran sentido del humor es, sin duda, un excelente anfitrión del Encuentro Internacional de Poetas y Escritores en Zamora, Michoacán. Hablamos con él en esta breve entrevista, donde nos comenta entre algunas cosas sobre su más reciente libro, Alexia, cuatro veces dijo no y otros poemas

.

ML.-Esta pregunta es trillada pero de igual manera te la haré porque me encanta y porque se me da la gana…Qué es poesía?
RR.-Es eso que no sabes que es y sin embargo hace que el cuerpo se quede sin piel  y el mundo mágico, algo como estar solo en medio de una multitud de sueños que desean comunicarse con el mundo.  A veces no conoces el significado de lo que estás leyendo pero algo te dice que es diferente, logra que te sientas otra vez humano…
ML.-Cuál es el papel que has desempeñado como exponente literario, como la voz de muchos poetas mexicanos en otras partes del mundo?
RR.-Un día empezaron a llegar invitaciones para que asistiera a eventos y me sorprendí…, siempre he pensado que escribo sencillo y sin pretensiones de ninguna índole, es más, considero incipientes mis escritos, pero luego, cuando los chicos de los colegios NO querían regresar a sus clases habituales, me quedaba boquiabierto, de hecho no sabía que podía comunicarme de esa manera, que mis textos pudieran estremecer a los estudiantes y al público en general; fue como descubrir que algo de lo que decía calaba en el corazón de las personas y además que lo manifestaran abiertamente. Diversos diarios, en varias partes del mundo, hablaban del poeta “mejicano” y seguía sin creerla. He recibido comentarios del excelente nivel poético que tiene la poesía mexicana y como es seguida de cerca en otros países, por supuesto, siempre recordando a los mejores de una lista muy completa.
ML.-Cómo ven en el extranjero el trabajo literario que se viene realizando actualmente en México, específicamente en el campo poético?
RR.-El respeto a la poesía mexicana es contundente;  muchos de los escritores mexicanos con frecuencia son los invitados especiales en los eventos poéticos en Latinoamérica, sin olvidar, por supuesto, a otros festivales literarios del mundo.  A veces tienen el concepto equivocado que a los poetas mexicanos se les apoya permanentemente  por las entidades culturales de México y en eso sí me ha dejado sorprendido…, río de buena gana y suspiro porque su boca sea de profeta.
ML.-Por qué jijos vas tanto a Colombia???
RR.-En Colombia se están dando decenas de Festivales de Poesía y diversas partes de su territorio, a veces, incluso, dos o tres sobre las mismas fechas. En la zona, a la que llaman eje cafetero, hay eventos poéticos locales, regionales, nacionales y por supuesto que también internacionales. También en la Región de Santander, Boyacá, Tolima, El Meta, Cundinamarca, Antioquia, Bolívar, se realizan eventos poéticos, cabe destacar que en Bogotá cada año hay varios de ellos y aglutinan a una gran cantidad de poetas que radican en la capital. Les he comentado que sus entidades culturales apoyan más a sus poetas que las entidades gubernamentales o culturales de México; incluso, en Colombia,  llegan a cubrir  honorarios a los poetas por la lectura que dan en sus festivales. En México dan honorarios a los poetas que asisten a dar lecturas?


ML.-Cuál es el tono de este nuevo poemario?
RR.-Uno escribe y el “tono” lo van descubriendo los escuchas y luego los lectores…, se me complica tratar de comentar algo al respecto, sin embargo creo que es maduro y descubre otra de las partes del universo poético. No tengo discurso ni  elaboro rutas para sorprender a los entrevistadores.
ML.-Roberto, con más de 15 publicaciones en tu haber, qué esperamos de Alexia, cuatro veces dijo no y otros poemas?
RR.-Tengo confianza de que Alexia será bien recibida y que la magia podrá tocar a los que viven la poesía. No pretendo “cimbrar” a los lectores ni descubrir el hilo negro. Alexía estaba ahí y era tiempo de que saliera al mundo. Tiene voz, tiene sentidos, un cuerpo que besa y va aprendiendo de ello…
ML.-Finalmente, qué recomendación le puedes hacer a las nuevas generaciones de poetas?
RR.-Leer, leer cada día a los nuevos poetas, leer a los otros, escuchar a los otros…, dejarse sorprender por lo que dicen, por la forma en que construyen sus imágenes y metáforas, no sentir que están descubriendo el agua tibia y que nadie escribe mejor que  ellos. Los otros poetas también son buenos y a veces mucho mejor que uno…, por último dejar de lado la soberbia y el ego de divo o diva…

Roberto Resendiz 04 de junio, Zitácuaro, Michoacán, México. Director del Encuentro Internacional de poetas y escritores que se organiza en Zamora, Michoacán, desde 1997. Promotor cultural independiente y creador del Festival del Chongo Zamorano. 

Ha participado en Encuentros y festivales de poesía en diversas partes del mundo y varias veces en las ferias del libro de: Bogotá, Colombia, Santo Domingo,  Rública Dominicana y La Habana, Cuba. 

Ha dado más de cien recitales individuales y colectivos en: México, España, Colombia, Italia, Chile, Ecuador, Perú, Cuba, República Dominicana, Estados Unidos de Norteamérica, Brasil, Argentina y Venezuela. En Ourense, Santiago de Compostela, La Coruña y Pontevedra, España, dio más de veinte recitales en 2011 y 2012. 

Algunos de sus textos están traducidos al italiano, francés, portugués y sueco. 

HA PUBLICADO : 
Poemas de Espejo,1982, La Noche Rueda del Tintero, 1985, Diez Años Después,1994, Recuerdos de Pasión, 1996, De Peces y de Colores, 1999, Vino Blanco Para Dos, 2002, De Amargo Color Salado, 2003, Agua de Mar, 2005, Elegías a la Muerte de mi Padre, 2005, Desnudo en el Espejo, 2006, Mujeres de Luz…, 2007, Esa lengua tuya (Antología, nueve Poetas latinoamericanos) en 2008, Tal vez seremos inmortales,(Universidad Nacional de Colombia) 2008, Sin la cordillera de por medio, 2008, en coautoría con la poeta argentina Cristina Ramallo, La líquida fatalidad del escalpelo en 2009, Mundos por descubrir, Poesía Gallega y mexicana, con los poetas; Olimpia Badilla Iracheta, San Luis Potosí, México, José Antonio Santos Guede y José Ramón Fernández Morgade, (Ourense, Galicia, España, 2010) El negro temor que maravilla, Pontevedra, España y Esquirlas de aire, en 2011.