martes, 11 de diciembre de 2012

La nueva burocracia de la cultura en Xochimilco empieza como terminó la anterior, por Arturo Texcahua


Crónicas literarias, por Arturo Texcahua.

La nueva burocracia de la cultura en Xochimilco empieza como terminó la anterior.

La última presentación del libro Hubo una vez una revolución en Xochimilco, la décima, se realizó donde comenzaron todas: en el foro Quetzalcóatl, pero a diferencia de la primera, estuvo casi sola, seis personas cuando mucho, y todo porque confiamos en que el área cultural de la delegación Xochimilco convocaría a gente para que asistiera, cosa que no hizo. Pasó que ofrecimos la presentación de este libro para que se integrara a los festejos que cada año, se supone, se realizan para recordar, a principios de diciembre, el Pacto de Xochimilco (reunión Villa-Zapata) y la declaratoria de Xochimilco como patrimonio cultural de la Humanidad. Dijeron que sí, que se haría, pero no nos aclararon cómo. El presagio de que las cosas saldrían mal fue la confirmación: la hicieron en el último momento. Yo imaginaba que se haría un festival, con danza, música, teatro y literatura, y que entraríamos como parte de un programa que tendría muchos asistentes y que se realizaría en el exterior, en una carpa y con un sonido que se escucharía por todas partes. No, me aclararon dos días antes, sería en el Quetzalcóatl. Bueno, también ahí se puede hacer algo y asistir mucha gente, pensé. Pero cuál sería mi sorpresa, que el día y en la hora acordada el foro estaba cerrado y vacío. Carlos Bravo, que llegó unos minutos después de mí, llamó por celular a Rosa María Flores Urrutia, la subdirectora de Cultura. Ahorita voy, le dijo. Bajó sonriente de las oficinas superiores y nos anunció que se cancelaba la presentación porque no habíamos confirmado. ¿No? Claro que sí, me apuré a defenderme. Bueno, pero como no se confirmó no nos preparamos. Mejor vamos tomar un café. No, dije, yo no puedo irme, tengo que esperar a que lleguen los invitados, aunque solo sean tres. Y en efecto, solamente llegaron tres, y con ellos y con la presencia de Rosa María, que no le quedó de otra que quedarse en compañía de una de sus ayudantes, hicimos la presentación. Muy triste la sentí, pero una señora que fue con mucho gusto nos escuchó muy atenta y nos pidió que difundiéramos más este tipo de actividades. Aceptamos la crítica y replicamos (Carlos Bravo, Efrén Romero y yo) acusando a la delegación y advirtiendo todo lo que se ha hecho mal, palabras que a Rosa María no le quedó de otra, más que escuchar. Críticas, reproches y fastidios. ¿Por qué estábamos solos? ¿Por qué no estábamos afuera, para que nos oyeran? ¿Por qué no se difundían más las actividades culturales? Rosa María se levantó, tomó el micrófono y se defendió, y defendió a la administración pasada. También prometió. Después, ya en corto, nos anunció: Y la de mañana, la del maestro Velasco, también la vamos a cancelar. No, no se puede, salté, ya la anunciamos y Jaime está invitando a gente. Bueno…
Al otro día pasó lo mismo, no tuvimos asistentes. Yo tenía la esperanza de que se organizaran y llevaran gente. No creo, me advirtió María. Pero quizá se luzcan hoy, insistí. Mmm... Pero no, pasó igual. No les dio tiempo o de plano no quisieron, quizá justo castigo para nosotros por criticar, por alzar la voz, por decir la verdad. Jaime los defendió: Apenas están empezando, no saben, hay que darles el beneficio de la duda.  ¿No saben? Más bien, creo que están condenados a no aprender. Este es el comienzo…
Ya quiero estar en las sesiones del famoso consejo, para saber si funcionará de algo o solamente son formalidades para, como dice mi mamá, taparle el ojo al macho…

Este nuevo blog de Trajín tiene un mes de existencia y apenas un poco más de 1000 visitas. La columna más leída es la de Maya Lima, sigue la mía, luego la de Jaime Velasco Luján, enseguida la de Israel González, empatada con la de Graciela Salazar Reyna.  Invité a alguno de los morvozos para que escribiera sobre el tema erótico, pero nadie aceptó la invitación. La invitación está abierta para quien quiera escribir críticas y comentarios sobre literatura, principalmente, o de actividades artísticas.

Ya terminé mi curso de inducción para el doctorado en la UAEM, ahora sigue hacer trabajos y esperar a ser aprobado.

4 comentarios:


  1. Elizabeth Llanos dijo en Facebook: Verdaderamente es una lástima que ya no lastima, solo enoja y se comprueba lo que antes (tristemente) muchos han comprobado... la burocracia asfixia y denigra la razón de la política: el propio pueblo.
    Es innegable el trabajo de Colectivo Trajín durante todos estos años, el trabajo de Arturo Texcahua es incansable y sensible ya en la sociedad xochimilca y capitalina... y aun así el trabajo y los compromisos con la Delegación y su área de cultura no son cumplidos???? vaya!!!!
    que mal señores, desgraciadamente la desesperanza se afianza con la realidad de los hechos... y el hecho, hoy por hoy, es que siguen existiendo incumplimientos y descuidos por parte de las autoridades respecto a la cultura en Xochimilco... un lugar que a pesar de algunos xochimilcas, sigue siendo maravilloso...
    acaso las expresiones culturales contemporáneas no merecen el cuidado y atención que se les da a ciertas costumbres específicas???
    No se trata de quitar importancia a ninguna tradición... sin embargo, sería importante que a la literatura en Xochimilco y al trabajo editorial de Trajín se le diera el respeto que con trabajo se ha ganado a pulso...
    Mis palabras en solidaridad compañeros trajineros...
    Ah... y felicidades E Se Torneremo A Provarensei por tu próximo doctorado... mi admiración siempre!!!

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  2. Otro comentario de Elizabeth Llanos en Facebook:
    FE DE ERRATAS... se coló en mi redaccion del comentario uno de mis contactos... FELICIDADES SENSEÍ!!! LA FELICITACION Y ADMIRACION ES PARA TI!!!

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  3. Wendy Morales Prado dijo en Facebook: Qué triste que sucedan estas situaciones en instituciones que finalmente se ven beneficiadas de las labores del colectivo. ¿No hay alguien por encima de esta señora a quien puedan recurrir? saludotes.

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  4. Francisco Enríquez Muñoz dijo en Facebook: Bueno, la culpa la tienen los de Trajín, por todavía creer en los Reyes Magos y dar por hecho que a una oficina gubernamental le importa la cultura. Moraleja: rásquense con sus propias uñas.

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