De Harina y Huevo, Por Maya Lima
Odette Alonso en Papeles
de la Mancuspia
El homoerotismo se define, (según
el muy socorrido Wipkipedia) como una forma de expresión cultural no
necesariamente relacionada a la identidad homosexual. Es cualquier
manifestación cultural que expresa el amor sensual entre personas del mismo
sexo. Esta manifestación es generalmente explícita más no pornográfica. Es
difícil trazar una frontera inequívoca entre erotismo y pornografía, ya que
siempre existirán diversas expresiones y criterios; sin embargo al hablar de
homoerotismo nos basamos en la parte emocional asociada al erotismo, que busca
despertar el deseo sexual y a la vez convierte una descripción explícita en
algo romántico. No me juzguen, necesitaba consultar al buen sensei de la red
para iniciar este trabajo.
Mujeres que aman a otras
mujeres y dejan el alma en sus letras para acariciarse también a través del
papel, es una de las ocupaciones de la revista Papeles de la Mancuspia,
que en su número “Mujérica” nos ofrece una participación de la poeta cubana Odette Alonso, a quién dedicamos
la nota de esta semana. Publicación donde también disfrutaremos de una
selección de autoras como Virginia Woolf, Safo de Lesbos, Gertrude Stein, Simone de Beauvoir, Sor Juana Inés
de la Cruz, Cristina Peri Rossi, Gioconda Belli y Alejandra Pizarnik.
Esta revista regiomontana dedica este número a las escritoras lesbianas
(vivas o muertas; inéditas o consagradas) locales, nacionales o
internacionales. Se llama “Mujérica” en
homenaje y alusión al poema “Cántico” de Rosamaría Roffiel, autora de “Amora”
(primera novela con temática homoerótica femenina publicada en México)
La presentación de esta revista, edición especial que se realizó con apoyo del
CONARTE. Se llevó a cabo este viernes 23 de Noviembre a las 19:00 hrs en la Librería y Cafetería
Voces en Tinta (Niza 23a,
entre Reforma y Hamburgo. ZonaRosa. Tel. 5533-7116)
Tuve la fortuna de conocer a Odette Alonso, primero por los comentarios
del maestro Félix Luis Viera quién se
refiere a su querida amiga como “Tremenda poeta, de tranca” , después, gracias a la sugerencia del maestro, recibir
vía mail el blog El parque del Ajedrez, que
la poeta llama un lugar donde charlar
entre amigos, sin protocolos ni solemnidades. Y más adelante por la invitación de la poeta Angélica
Santa Olaya a la FIL del Palacio de Minería en el pasado mes de febrero en la
ciudad de México, donde al fin pudimos saludarnos en persona.
Pero donde verdaderamente la he conocido es a través del Facebook, pues
con sus ocurrencias y comentarios de “lo cotidiano de lo cotidiano” pone en
aprietos a más de uno y arranca carcajadas a casi toda la red de amigos que
tenemos la fortuna de leerla a diario. Hace unos meses, tuvo la amabilidad de
aceptar una invitación que le hice para que participara en un recital donde el
poder fémino se dio cita en la gloriosa colonia San Rafael, en el espacio
central de la casa de cultura Hermanos Revueltas. Ah qué textos tan hermosos
los de la querida Odette, y claro, de todas las demás autoras que dieron
muestra de la gama generosa que pueden regalar a través de la poesía.
Despuesito terminamos echando chela, alita de pollo y broma en el bar el
Templo, que algunos han llamado “el lugar de los grandes encuentros”, aunque
nunca me he encontrado un billete de a doscientos por ahí tirado…Pero sí la
compañía, comentarios, amabilidades, diversión con algunos actores de la
literatura contemporánea y memorables borracheras, pero eso, como diría la nana
Goya, es otra historia.
En fin, queridos lectores, quiero recomendarles que lean esta revista y
a que se den un volteón por la poética de esta autora que los hará pensar, vibrar,
y sentir hasta la médula, hasta aquellos rinconcitos que no sabían que existían
en sus cuerpecillos. A continuación les dejo una breve entrevista que me
concedió la maestra Odette Alonso.
ML ¿Qué es la literatura lésbica?
OA. La literatura de tema o de tono lésbico es
aquella que trata acerca de las relaciones pasionales y amorosas entre mujeres.
No necesariamente es escrita por lesbianas, ni todas las lesbianas que escriben
lo hacen acerca de detalles eróticos o sexuales.
ML. Algunos trabajos literarios, dentro de esta
corriente se han establecido como elementos de importancia histórica y
artística a través de los años, ejemplos de esto lo podemos apreciar en la obra
de Safo de Lesbos, en el caso de México, con Sor Juana. ¿Cómo has podido cruzar
y vencer las barreras del anonimato y posicionarte dentro del mundo literario,
no sólo como poeta, que ya es un oficio ingrato que no disfruta de la
popularidad editorial, sino también abanderando la voz de un sector que
desafortunadamente hoy en día todavía sufre de cierta marginación?
OA. Trabajando, escribiendo, exigiéndome siempre
mucho y siempre más. Además, abriendo espacios para que no sólo se conozca o se
respete mi obra, sino también la de otros creadores. Eso han pretendido, por
ejemplo, las jornadas que coordino cada año en el marco de la Feria
Internacional del Libro del Palacio de Minería, las muchas recopilaciones que
he realizado para revistas literarias o la Antología
de la poesía cubana del exilio, que saliera en año pasado en Valencia,
España.
ML. En México no suele hablarse del deseo de la
mujer, todavía nos encontramos con pensamientos machistas y retrógradas al
respecto, aun en los círculos poéticos actuales. Ser lesbiana es sentir un
deseo que no es el que la sociedad espera, y muchísimos hombres no conciben que
dos mujeres puedan alcanzar orgasmos placenteros por sus propios medios,
mientras que ni siquiera pueda caber en sus pensamientos que su mujer finja
cuando ellos les penetran. En este orden de ideas me atrevo a preguntarte, ¿es
conveniente hoy en día hacer divisiones dentro de las corrientes poéticas, no
se propicia con esto automarginar el trabajo de las poetas contemporáneas
exponentes de la literatura lésbica en México?
OA. No tiene que haber división alguna; éste es un
tema más dentro de la amplia corriente de la poesía amorosa. Se escribe poesía
lésbica, como se escribe poesía de inquietud social, de denuncia política, de
fervor religioso, de tono humorístico o de raigambre histórica. Por ejemplo,
dentro de mi poesía, el tema lésbico es sólo uno entre muchos matices.
ML. ¿Cómo logras dominar los sentires, las
dolencias de escribir lejos de tu patria?
OA. Después de veinte años viviendo aquí, México
es también mi patria.
ML. ¿Cuál es tu opinión de los trabajos que vienen
realizando los jóvenes creadores mexicanos aspirantes a poetas?
OA.
Los y las poetas jóvenes son siempre una
cantera de decantación; muchos de ellos transitarán después hacia otros
senderos y se alejarán de los versos; otros persistirán. Hace poco decía un
amigo: de jóvenes, todos somos poetas; sólo algunos lo seguiremos siendo en la
adultez. Entonces, apenas están iniciando un camino y avanzar en él es un
merecimiento que hay que ganarse cada día con trabajo, rigor y disciplina.
ML. ¿Qué consejo podrías darle a las nuevas
generaciones de poetas?
OA. Ser poeta es una impronta natural, un don, un
talento innato. Sin embargo, lo que te es dado debe ser honrado cada día
mediante un desempeño que busque la excelencia. No es sólo responder a la chispa creativa; esto debe ser
complementado con el trabajo de edición, limpieza y perfeccionamiento. El poeta
debe ser un orfebre de la palabra, del verso. Además, debe ser un acucioso
lector, porque sólo leyendo a otros, especialmente a los clásicos de todas las
épocas, podrá definir qué es poesía y qué es simple versificación.
Odette Alonso nació en
Santiago de Cuba y reside en México desde 1992. Es poeta, narradora, ensayista
y promotora cultural. Ha publicado un libro de relatos lésbicos: Con la boca abierta (Madrid, Odisea, 2006)
y ocho poemarios. Su cuaderno Insomnios
de la noche del espejo ganó el Premio Internacional de Poesía “Nicolás Guillén”
en 1999 y su antología Las cuatro puntas
del pañuelo. Poetas cubanos de la diáspora obtuvo uno de los premios 2003
de Cuba Artists Fund de Nueva York. Su cuento “Animal Nocturno” ganó el primer
premio del XII Concurso Mujeres en Vida convocado por el Centro de Estudios de
Género de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Actualmente es editora
de la UNAM.
¡Muchas gracias a Maya y al colectivo de Trajín!
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