El caso Aristegui, por Jaime Velasco Luján

El caso Aristegui, por Jaime Velasco Luján

La semana pasada olvidé decirles que, si alguien desea leer los textos, sólo indíquenme cuál les interesa, y se los envío como archivo adjunto, son 3: Poemas 2015 (60 p.), Un país imaginario (47 p.) y La historia de amor y el registro de los hechos en México durante el 2015 (165 p). No le saquen. (Un país imaginario en realidad debía

llamarse Oriente).

Carmen Aristegui es una mujer valiente y profesional, a través de los años se ha ganado un prestigio en los noticieros del país porque llama a las cosas por su nombre: el sexenio pasado dijo que había que investigar si Felipe Calderón era un alcohólico y tubo represalias, finalmente regresó a su noticiero porque la razón le asistía.

Al actual c. presidente le están poniendo piedras en el camino los diarios de Estados Unidos, Inglaterra, España y Francia: las denuncias acerca de La casa blanca, La casa de Malinalco, el caso Murat y Ayotzinapa, no se originan en México, para muestra bastan 2 botones de la semana que concluye: desde España denuncian que un jefe de campaña del c. lavó dinero allá; desde USA denuncian que la casa de Malinalco fue vendida a un precio inferior a su valor. El gobierno se dedica a desmentir, no a demostrar que las acusaciones son falsas.

Recordemos que Nixon cayó gracias a la investigación que dos periodistas de Washington Post hicieron acerca de su corrupción.

Carmen Aristegui es el chivo expiatorio: según el gobierno ella es la culpable del escándalo de La casa blanca, cuando la responsable es la esposa del c., quien apareció en la revista Hola, presumiendo una casa que, después diría en cadena nacional de tele, compró con su sueldo de actriz.

Este tema pone en evidencia lo que pasa en México: medida que toma el gobierno, medida que le sale contraproducente porque desde el extranjero condenan el caso de Carmen, como condenaron el último nombramiento de la Suprema Corte y tantos actos fallidos.

Si el gobierno se apoya en mexicanos de probada capacidad y honradez, aún podría enderezar el camino, pero ayer la PGR declaró que los de Ayotzinapa no son crímenes de lesa humanidad. ¿Entonces qué son?

BUENA SEMANA