Hoja de ceiba
Israel González
Las palomas prefieren el parque central de Tuxtla
Gutiérrez al de Chiapa de Corzo.
En las mañanas se entretienen picoteando la luz
recién nacida del sol
y los niños llegan con sus madres a darles de
comer
en un ambiente en donde el aire es todavía terso,
fresco.
En las horas quemantes
en donde no hay árboles ni bancas para guarecerse
y la gran plancha del parque es un enorme comal
humeante
no por eso dejan de bajar y revolotear y jugar y
jugar
Arde la luz
Arde el aire
Arde el agua de los ojos que no encuentran donde
posarse
Arde la piel que no sabe a dónde ir, a dónde huir
Arden los pies que no encuentran descanso
Y uno maldice al político en turno que tuvo la
genial ocurrencia
de talar los árboles, de arrancar las bancas,
de construir ese bracero inhóspito
donde uno camina, ante la indiferencia del mundo,
solo y descalzo.
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