lunes, 11 de julio de 2016

BIBLIOTERAPIA (ARNO Y LOS MOLLETES), por Jaime Velasco Luján

Gracias a Coni Cuevas quien dice que en Los mexicanos se enteró de cosas que no sabía, también gracias a Rafael, quien hizo correcciones al texto.
La columna de Infancia y sociedad, se llama El Estado malechor, aludiendo al gobierno mexicano. En el pasado había un Estado benefactor porque el gobierno veía por su pueblo (Lázaro Cárdenas), el gobierno actual sólo ve sus intereses personales y, poco a poco, cae: mientras la popularidad de EPN baja, la del Peje sube.   

Cuando entramos a una librería y hojeamos los libros tenemos 3 referencias: ¿de dónde es el autor, qué ha escrito antes, qué editorial lo publica? Si entramos al Sanborns y vemos libros editados por esa editorial comercial, ya sabemos que los escritores son locutores o actores o deportistas, es decir, pura distracción... en ese caso más vale regresar a casa y tomar del librero a un clásico: el libro nos permitirá conocer la condición humana, por ejemplo, Don Quijote, ese gran personaje idealista que lucha por la justicia y la verdad en España y sólo recibe reveses de la realidad, nos parecerá mejor que los ídolos de barro. En síntesis, un buen libro es aquél que no fue escrito para ganar dinero o para hacerse famoso, sino con el propósito de crear una obra de arte.   

El sábado, en el Sanborns de Coyoacán empecé un curso de Poesía (teórico-práctico) sin costo alguno, aún así fueron sólo 3 personas: Nadia, Rosa María y Claudia. Claudia llegó tarde, con su hijo, Arno, quien tiene 9 años. Pregunté al niño:
—¿Tú nombre es Arnold?
—No Arno, es el nombre de un río que atraviesa Bélgica y me pusieron así porque mi papá es de allá.
—Vamos a escribir un poema acerca del amor, recuerda que el amor se refiere a los padres, a los amigos o a la novia, si es que tienes.
—Ahorita no tengo novia, pero según mis cuentas he tenido 11.
A continuación se pidieron molletes, a Arno le tocó uno pero apenas lo picoteó como un pájaro, porque no le gustó.
Empezamos por leer la teoría, unas hojas impresas que llevé, luego pasamos a la práctica. Arno participó pero, aunque va en tercer año, sólo escribió frases, por ejemplo, El árbol es grande y fuerte.
Terminados los 4 textos de los participantes, los leímos en voz alta y los corregimos entre todos. Para mi sorpresa, Arno escribió un texto largo, mitológico (sin saberlo), al ver que los demás escribían textos largos, él se esforzó.
En general, los textos son buenos. Cuando nos despedimos acordamos vernos el próximo sábado en el Instituto Cultural Italiano que está sobre Francisco Sosa, a 3 cuadritas del Sangrons. Están ustedes invitados.

BUENA SEMANA 

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