domingo, 26 de abril de 2015

LA POESÍA DE EMILY DICKINSON (LOS POEMAS SENCILLITOS), por Jaime Velasco Luján

LA POESÍA DE EMILY DICKINSON (LOS POEMAS SENCILLITOS)
por Jaime Velasco Luján

Este número va dedicado a Nadia, corresponsable de este correo, y a las mujeres en general.
Sólo transcribiré unos poemas, los más fáciles de entender, si les gustan sigo con otros, más complicados o con la biografía de esta extraordinaria mujer, la próxima semana Ustedes dirán. (Agárrense).
1
¡Yo soy Nadie! ¿Quién eres tú?
¿Eres tu Nadie también?
¡Entonces ya somos dos!
¡No lo digas! ¡Lo divulgarían, ya sabes!
¿Qué aburrido es ser Alguien!
¡Qué vulgar, como una rana, 
Decir tu nombre todo el santo día
A la primera charca que te admire!
2
Esta es mi carta al mundo, 
que nunca me escribió; 
las simples noticias que la naturaleza contó, 
con tierna majestad
Su mensaje está encargado 
a manos a las que no puedo ver.
¡Por amor a ella, dulces campiranos, 
Juzguen tiernamente de mí! 
3
Advertí que la Gente desaparecía 
cuando solo era una niña 
—suponía que se iban a visitar los remoto 
o a colonizar salvajes Regiones— 
pero desaparecían porque morían, 
¡Hecho que a la niña se le escapaba!
4
No hay fragata como un libro 
para llevarnos a lejanas tierras, 
ni córceles como una página 
de briosa poesía 
esta travesía puede hacerla el más pobre 
sin agobio de peaje; 
¡Qué frugal es el carruaje 
que transporta al alma humana!
Una de las hipótesis del libro que escribí el año pasado 3 historias de amor en una pieza, fue confirmada por Tom Malinowsky, subsecretario de Estado para Asuntos de Democracia, Derechos Humanos y Democracia de USA:
En Estados Unidos estamos listos para trabajar por un cambio positivo en el gobierno.
La hipótesis afirma que serán los gringos quienes removerán a yasabenquién por su incapacidad, no el pueblo de México. 
SI LES GUSTÓ REENVÍENLO, PLIS 

sábado, 25 de abril de 2015

Significados del "me gusta", por Arturo Texcahua

Significados del "me gusta" 
Por Arturo Texcahua 

En los últimos años la frase "me gusta" se ha hecho famosa por su uso en Facebook, empresa que en principio utilizó el significado de que algo o alguien nos es agradable, nos parece bien. De la declaración de un deseo físico (con el "me gustas" se dice "quiero una relación contigo", "quiero contigo" o solo "quiero"), se volvió en esta red social en aprobación de un mensaje escrito, de una imagen, de un video, de una actividad, de una crítica o de un comentario. No existe el "no me gusta", únicamente "un ya no me gusta" que solo puede ver el titular de la cuenta. De este modo lo publicado es siempre evaluado de manera positiva, así los contenidos se enmarcan en un derredor de optimismo y fraternidad. Sin embargo, el utilizar el "me gusta" para escenas desagradables (las fotografías de una masacre o de una ejecucióno para textos con los que no se está de acuerdo deja claro un nuevo significado para este "me gusta": es también confirmación y confesión de que se ha visto o se ha leído lo publicadoOtro significado confuso del "me gusta"  de Facebook se observa  cuando se utiliza como sondeo de opinión, pues no se sabe si el que lo da ha aprobado o solo ha dado un vistazo.  
La construcción "me gusta" tiene su origen en el sentido del gusto. Si algo nos parece sabroso, de buen sabor, nos gusta. Al contrario, lo que creemos de mal sabor no nos gusta. Ese significado derivado del acto de comer o de beber, se extendió de manera casi natural al agrado o desagrado por una persona, a la que si convertimos en algo delicioso le aplicamos el "me gusta" ("me gusta esa chic@") imaginando el placer que nos podría proporcionar 
Calificar algo con un "me gusta" parece demasiado simplista. Si este juicio se aplica a un texto o a un libro parece no explicar nada. No obstante, sí dice mucho. Ese me gusta habla del juicio realizado y de su autor. Revela sus conocimientos y lecturas, evidencia sus experiencias estéticas, descubre sus afinidades. Un estudioso de las letras tendrá que dar explicaciones y argumentos. Un simple lector confiesa sus influencias y preferencias utilizando solo las dos palabras categóricas de un carácter profundamente subjetivo. 

viernes, 24 de abril de 2015

Qué leer, qué olvidar, por Luis Quintana Tejera

Qué leer,  qué olvidar
Por Luis Quintana Tejera 
qluis11@hotmail.com


En el marco de una visión canónica de la literatura se nos han impuesto ciertos modelos que en muchos casos ni siquiera hemos llegado a analizar detenidamente. Me refiero a la herencia de la tradición según la cual al mencionar a un autor se le conecta inmediatamente con una de sus obras olvidando las otras. Es culpa de la crítica, de los profesores de literatura, del amigo que sólo lee las solapas de los libros y con ello saca conclusiones, según él, sumamente válidas o de una empecinada visión conductista que nos obliga a decirles a los otros qué se debe leer y qué corresponde olvidar.
En este contexto y adoptando la posición exactamente contraria podríamos afirmar que lo mejor de Gabriel García Márquez no es Cien años de soledad; quizás haya que hurgar en otras de sus novelas o relatos para descubrir esa nueva narrativa lúdica y cabalística que lo caracteriza de una forma tan peculiar. El amor en los tiempos del cólera quizás o algunos de sus cuentos de Doce cuentos peregrinos (“Me alquilo para soñar” y “Sólo vine a hablar por teléfono” por citar tan solo dos de los más representativos).
Lo más destacado de Vargas Llosa no es La ciudad y los perros (1962) o La casa verde (1965)  y probablemente se dispute el primer lugar El sueño del Celta (2010) o El héroe discreto (2013),  no solo por ser obras de madurez, sino por mostrar equilibradamente forma y fondo entrelazados y perfectos; al mismo tiempo que el encarar temas tabú ante los cuales “la buena sociedad” prefiere desviar la mirada, como son por ejemplo: la homosexualidad de un hombre bueno y los matrimonios disfuncionales. Y sin dejar de lado también esa otra novela —El paraíso en la otra esquina (2003)—  en la cual el ejercicio del intertexto se cumple a la perfección yendo de la literatura a la pintura y regresando de ésta a esa literatura vivencial y profunda, que al mismo tiempo que desnuda la hipocresía de las instituciones nos muestra la agonía de Paul Gauguin que va dejando una estela de gloria ante su paso vitalmente enfermo. 
Lo mejor de Fuentes no ha de ser La silla del águila, aquella novela que tanto gustó a nuestro presidente, sino posiblemente aquella otra novela magnífica en donde revive el espíritu fáustico a la luz de las ideas y planteamientos de Thomas Mann; me refiero al Instinto de Inez.
En fin lo más destacado de Cortázar no tiene que ser necesariamente su novela experimental y profunda —Rayuela—. A diferencia de Vargas Llosa en donde hallamos lo mejor en su etapa madura, en el argentino la vena narrativa de los comienzos es, si no más perfecta, al menos más pura —estéticamente hablando—y no contaminada por los fantasmas siempre puntuales de la teoría literaria. Está revestida de una inocencia creadora que la hace más impactante, neurálgica e impresionante, por decirlo de alguna manera. Estos planteamientos de los comienzos resultan maravillosamente fantásticos en donde personajes insólitos luchan por imponerse en un mundo renegado y kafkiano. No en balde descubrimos en la brasileña Clarice Lispector consonancias con algunos planteamientos de Cortázar. Por haber sido contemporáneos resulta muy difícil de hablar del intertexto de uno en otra o de otra en uno; no podríamos despejar esta incógnita; pero sí descubrimos enormes encuentros que desde la prosa desacralizada, irreverente y desenfadada de Lispector aparecen, emergen y nos permiten asociarla con la narrativa menos insolente del argentino, pero igualmente rebelde buscando siempre reflejar la cotidianidad mágica del instante.

domingo, 19 de abril de 2015

VISITA AL MUSEO DEL TEMPLO MAYOR (NOTICIAS), por Jaime Velasco Luján

VISITA AL MUSEO DEL TEMPLO MAYOR (NOTICIAS), 

por Jaime Velasco Luján



Ayer, mi amiga Cony me pidió que fuera papá (postizo) por un día y llevara a su hijo (postizo) al Museo del Templo Mayor; lo pensé 2 veces porque sabía que iba a perder todo el día, prefería escribir y lavar, pero Daniel no tiene papá y tuve que llevarlo; nunca está demás una visita así: siempre hay algo nuevo que aprender, respecto a la Mitología Azteca... Hoy fui, con mucho gusto, a la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario: antier mi hijo Iván me invitó porque la función estuvo dedicada al 30 aniversario de los laboratorios de Fisiología Celular, donde él se inició como investigador, las obras de ballet contemporáneo fueron puesta por Gloria Contreras (ya chochita) con música de Ramón Márquez, Janis Joplin, Mozart y Bach (estuvo chido; la sala casi llena) cuando salimos me enteré de que los Pumas ganaron (ayer perdió el América-Ferrari)... Antier se reanudó el curso con mi  maestro Daniel González Dueñas, habló de Emily Dickinson, cuya poesía será el único tema del domingo próximo... Una madre preocupada me dijo que el profe de Mate de la secundaria le dijo que su hija iba mal, que quería que la regularizara: la niña sólo vino una sesión, yo creo que se espantó porque empecé con la pregunta:
—¿Qué es Pi?
—¿Pi?
Los niños de ahora no saben razonar porque sus profesores tampoco lo saben: ayer, con el niño Daniel lo confirmé: nos paramos ante un puesto de periódicos y le pedí que leyera una cantidad, en miles de millones, que estaba como encabezado en El universal y no pudo leerla... Una de las películas más tontas jamás filmadas es la que acabo de ver, "Tal vez sea para siempre"... Los amigos que leyeron mis textos me dijeron que las 3 historias quedan abiertas, en efecto, no quise repetir la estructura tradicional en prosa; otro comentario: "Son interesantes porque combinan poesía, novela, entrevista y reportaje." Actualmente corrijo, por tercera vez, el manuscrito: voy en la p. 128 de 215... La gente quedó muy gastada después de las vacaciones me dicen en la tiendita de la esquina... Escribo poemas acerca de los pobres que deambulan por la ciudad: barrenderos, ciegos, discapacitados, etc, con un sentido de solidaridad... La semana pasada, la Cony antes citada me invitó a la exposición de trabajos de alumnos de Diseño Industrial de la UAM Xochimilco porque su hija diseñó una lámpara solar para lugares abiertos, la lámpara parece una palmera, no gasta energía, a la graduada le regalé una copia del video y le gustó mucho, dijo que quería uno para promover su lámpara ecológica... BUENA SEMANA

sábado, 18 de abril de 2015

Consejos para morir en medio del absurdo, por Arturo Texcahua

Consejos para morir en medio del absurdo 
Por Arturo Texcahua

Ya sé, ya me lo dijo la amiga que me retiró la amistad porque me debe dinero: soy muy negativo. Me duermo y me levanto pensando lo terrible de la situación ambiental (cambio climático, deforestación, agotamiento de los recursos, extinción de especies, ¡Ay, mis hijos), me angustia la inseguridad, me preocupa la violencia (150 personas asesinadas en minutos como judíos en la Alemania nazi); estoy atónito ante la proliferación de los fundamentalismos (el tal Estado Islámico,  por ejemplo); desconfío de los políticos  y  abomino los baches que no tapan las autoridades ineficaces, a los conductores que tiran basura desde sus autos y a los vehículos del transporte público de pasajeros que cuando no obstruyen las calles transitando demasiado lento y haciendo base donde debiera ser imposible hacerla, corren como despavoridos para ganar el pasaje o alguna carrera obtusa.  
Mejor mátate, me dice una amiga atea y cruel que así me cierra la boca y ahuyenta mis quejas por un rato. 
Sin embargo, les aclaro que acepto vivir en este mundo y en esta época. Y desde mi anónima existencia trato de hacer algo responsable como ciudadano y como ser humano, además de seguir hablando, señalando y objetando estos asuntos. 
Pero si usted quiere seguir el mal consejo de mi amiga, le recomiendo ver una serie norteamericana de televisión que se llama 1000 maneras de morir (1000 ways to die), producido entre 2008 y 2012, que aunque nunca transmitió las anunciadas mil maneras, casi le pegó a las 400 en 74 programas. La serie ve la muerte como el producto de simples actos de estupidez o el castigo casi divino que se buscaron las víctimas por sus mentirasabusos y faltas (una visión moralista del conservadurismo yanqui, of course)Se la merecieron es la constante conclusión. La dramatización de cada muerte, realista y gore, es rematada con una frase de un ácido humor negro:  "trabalenguas" (dos amantes mueren porque sus lenguas se pegan), "viajeros frecuentes al más allá" (una pareja fallece en un avión intentando tener sexo en el baño mientras se presenta una súbita turbulencia), "muerte química" (una química es poseída por una rabieta de celos y rompe un recipiente con ácido que la quema). Por supuesto que las frases originales en inglés son más ocurrentes que las traducciones. 
¿No hay suficientes ideas en esta serie? Entonces usted necesita El completo manual del suicidio, del japonés Wataru Tsurumi, que contiene un buen número de recomendaciones probadas para irse de inmediato al otro mundo (si es que lo hay). La mala noticia que le tengo es que no existe (¿o no conozco?) una versión en español de este escandaloso libro. 
Si aún no encuentra lo que busca, le recomiendo otras formas indirectas de suicidarse. Viaje a lugares peligrosos, donde la vida, como dice nuestro célebre compositor, no vale nada. Vaya a ciertos lugares de nuestro país (donde lo desaparecen por protestar o ver feo a un narcotraficante), cruce la frontera con EUA como mojado (algún gringo loco, un policía racista o un granjero del clan le pegará un tiro), o visite África o Iraq, si no lo mata una bomba o una rara epidemia, diga que es cristiano, segurito le meten un balazo entre ceja y ceja y le cortan la cabeza (¿o le hacen lo segundo y luego lo primero?).  
Le deseo suerte.        

viernes, 17 de abril de 2015

Notas sobre la poesía, por Luis Quintana Tejera

Notas sobre la poesía
Luis Quintana Tejera
qluis11@hotmail.com

1. Las figuras retóricas juegan un papel fundamental desde el momento que nos permiten captar mucho más a fondo los valores poéticos que aparecen ocultos en una composición poética.

2. Hay factores poéticos aparentemente herméticos que sólo pueden tener una solución viable en el apropiado terreno de la lectura de símbolos.

3. En el marco poético, quien es capaz de descubrir el infinito universo que habita en su interior requiere también de un oído atento que lo reciba y dimensione. Sin receptor, el emisor no tiene sentido alguno. Y si bien en el marco de la creación nos hemos preguntado muchas veces si escribimos para alguien, si existe un fin preconcebido para la producción del poeta y hemos respondido que no es tan necesario este elemento final, no sucede lo mismo en la relación hombre-mujer porque en ésta sí es preciso valorar la intercomunicación, sí es preciso saber escuchar o saber oír, como dice Pablo Neruda.

martes, 14 de abril de 2015

Palomitas, por Israel González

Palomitas
Israel González

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Se producen películas como se hacen palomitas: “Timbuktu” (Abderrahmane Sissako, Francia-Mauritana, 2014); “Las oscuras primaveras” (Ernesto Contreras, México, 2014); “Fuerza mayor” (Ruben Östlund, Suecia-Dinamarca-Noruega, 2014); “Güeros” (Alonso Ruizpalacios, México, 2014); “González: falsos profetas” (Christian Díaz Pardo, México, 2014); “Conducta” (Ernesto Daranas Serrano, Cuba, 2014); “El silencio de las moscas” (Eliezer Arias, Venezuela, 2014)…
En lo que escribo, se están exhibiendo nuevas historias. No alcanza el tiempo para verlas, ni –las que nos motivan- para comentarlas. Adelante van. Y nosotros, los espectadores, en la fila, atrás.
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En “Las oscuras primaveras”, José María Yazpik (Igor) interpreta inmejorablemente a un joven hombre cansado, sin expectativas, rutinario, muerto en vida, con mujer y sin hijos, en un espacio de la ciudad de México en donde nada ocurre que sacuda las consciencias, nada que pinte de colores más cálidos la piel cetrina. Nada, hasta que Igor conoce a Pina, una atrevida y no muy convencional mujer.
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Ante una avalancha que no fue, en los Alpes, (“Fuerza mayor”), el amoroso esposo corre para salvar su vida, abandonando a su amadísima esposa y a sus queridísimos hijos en el lujoso restorán. Pasado el susto, recuerda que tiene mujer y dos niños, y vuelve; pero nada volverá a ser igual porque Ebba, su esposa, empieza a preguntarse si una persona que reacciona como él ante el peligro realmente los ama.
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En “El silencio de las moscas”, los espectadores confirmamos, por enésima vez, que el suicidio no es un tema, es una lacerante realidad.

domingo, 12 de abril de 2015

DEDICADO A QUIEN AMO, por Jaime Velasco Luján


DEDICADO A QUIEN AMO,  por Jaime Velasco Luján

ASÍ se llama un vieja canción de la década de los sesenta, en esta ocasión es dedicada a los jóvenes porque también fui joven (Miramiramira).
El director de Conagua fue filmado por sus vecinos, el video fue subido a las redes sociales, los jóvenes demandaron su renuncia, el Secre fue increpado en la Cámara de Diputados y, finalmente, renunció.
Hoy en la Jornada se publica que, también en las redes sociales, los jóvenes piden la desaparición del Partido Verde e insistirán para que se logre.
Hoy, en la revista Proceso, se denuncian las propiedades del Secretario de Gobernación (Chong) en las Lomas de Chapultepec, cerca de la Casa blanca... (Chale, ya hasta parece una burla).
También el subsecre de Gobernación, Luis Enrique Miranda, tiene su casita en las Lomas, cerca de la Casa blanca...
Lo que quiero decir es que, por fin, el poder ciudadano ejerce suficiente presión para poder quitar a los "gobernantes", algo que se creía muy lejano... ahora, ayudan los anuncios de los Partidos políticos: unos a otros se destruyen, inhiben la votación a su favor.
No hablo por hablar: Cicerón advirtió al Senado romano cuando veía venir la desgracia del Imperio por la corrupción; Marx dijo que el capitalismo sería destruido por sus propias contradicciones; Maquiavelo dijo que un gobernante debía tener autoridad moral...
Finalmente, el Subcomanche Marcos ha declarado, entre líneas, que "A grandes males, grandes remedios" y que en mayo hará una reunión internacional para hablar de la solución a nuestros problemas, solución que va más allá de marchas, plantones, peticiones...
El panorama empieza a despejarse, quizá para empezar una nueva Era, sin los viejos, sólo con los jóvenes ( y con los niños, agregaría).  
Otro síntoma son las encuestas: la gente ya no cree en los Partidos ni en las Instituciones, ni en el Gobierno... Morena está a la par con el PRD en la capirucha y ganará algunas delegaciones...
P. D. Dos de los corresponsables de este correo (Jaime y Donato) emprendieron la insensata tarea de leer lo que escribí el año pasado, la próxima vez publicaré sus puntos de vista, sin censuras. 
BUENA SEMANA
  

Instrucciones para aceptar los errores en nuestra lengua, por Arturo Texcahua

Instrucciones para aceptar los errores en nuestra lengua
Por Arturo Texcahua

Sé que toda lengua viva está en permanente movimiento. Sus usuarios la moldean, la edifican, la establecen mediante una práctica que transita entre la tradición y la novedad. Los nuevos usos se van imponiendo poco a poco. Lo que hoy es un error mañana podría estar autorizado por las instituciones que regulan y norman su uso. Para quienes estamos del lado de la tradición, porque la estudiamos, la enseñamos y cuidamos sus reglas estos nuevos usos parecen siempre errores que lo mismo sorprenden como preocupan. Al escribir o hablar la mayoría de la gente comete errores, sea por ignorancia o por descuido. Errores (o erratas como se dice en términos editoriales) hay hasta en los libros de las más prestigiadas editoriales. Lo grave es la cantidad, dónde se observan y quiénes los cometen, pues para los que tienen un conocimiento muy básico de su lengua, ver o escuchar estas faltas (en anuncios espectaculares, en el cine o en cadena nacional) los desorientan, los confunden o reafirman sus prácticas equivocadas.
El gobierno tiene la obligación de procurar el correcto uso del español mediante las instancias a su alcance: escuelas y oficinas, y promoviendo que esto también se haga en el ámbito editorial, así como en la radio y la televisión. Hoy parece que no se hace lo suficiente para cuidar nuestra lengua nacional, la prueba de ello es que por dondequiera vemos errores ortográficos, gramaticales y de vocabulario. Están en el modesto taller de quien hace “travajos de erreria”, como en el comercial televisivo de un banco internacional; se encuentran en los espectaculares (de empresas y políticos) colocados en las principales calles de la ciudad (pese a las promesas gubernamentales de quitarlos), al igual que en los libros de texto gratuitos que se distribuyen por millones; se descubren entre quienes participan en los medios de comunicación audiovisuales, sean reporteros, conductores, locutores, actores o servidores públicos (no olvido el “mas sin embargo” de José Ángel Córdova Villalobos cuando hablaba de la influenza), como se hallan en los diarios y en internet o en los mensajes que llegan al celular. Están en todas partes ensuciando la reputación de quienes los cometen y de nuestro país.
No sé quien tiene más responsabilidad (o culpa, según se vea), si el sistema educativo (y no únicamente los profesores de español), la televisión y la radio o los servidores públicos de alto nivel que dan mensajes en cadena nacional.
Sin embargo, ante ello debemos conducirnos con optimismo, ver lo bueno y no lo malo como pide Enrique Peña Nieto (tan necesitado de aplausos y vivas ante las sospechas de corrupción y abusos de poder de él y de su círculo cercano de colaboradores); reconocer las noticias que anuncian un nuevo mundo feliz. Por ejemplo, había errores en los libros de texto, pero ya se corrigieron; hace 50 años la quinta parte de los mexicanos no sabían leer y escribir, ahora solamente son un poco más de cinco millones, las escrituras se vigilan cuidadosamente… pero en las notarías públicas. Simplemente seamos positivos.

El desgaste de la obra literaria, por Luis Quintana Tejera

El desgaste de la obra literaria
Luis Quintana Tejera 
qluis11@hotmail.com

Toda obra literaria sufre desgastes con el transcurso del tiempo y éstos obedecen no sólo a un proceso de maduración del lector convocado, sino también a la superación en términos conceptuales de muchos de los factores que en un determinado momento pudieron haber sido sobresalientes y que poco a poco se fueron difuminando para dar lugar a otros; sin ir más lejos, nos  podríamos formular estas preguntas: ¿Qué pensarán las nuevas generaciones de lo llamado “real maravilloso” por Carpentier y “realismo mágico” por una sucesión inagotable de críticos lectores”? ¿Qué pensarán estas mismas generaciones de los críticos que les recomendaron con entusiasmo y pasión a los autores leídos y analizados por ellos hasta el cansancio? ¿Qué pensarán de los coloquios y sus búsquedas cuestionables? En fin, no podemos profetizar, pero estamos seguros que habrá un proceso inevitable de maduración ante el cual el mejor papel que podríamos jugar, nosotros los hombres actuales, es brindarles un legado analítico en donde aciertos y errores de los grandes convivan en armonía, en donde les permitamos reflexionar con prescindencia de nuestros juicios, en donde les ofrezcamos el testimonio de lectores no paternalistas y falsamente protectores, sino críticos severos del material que llega a nosotros.