CASABLANCA (EL TRAJÍN), por Jaime Velasco Luján
No debes
olvidar:
besar
siempre es besar,
triunfar o
fracasar...
La vida es
para siempre joven
y el
tiempo...
el tiempo
va...
Es la
letra, en español, del tema de la película Casablanca, película
que compré en una banqueta. Algo de historia: Ciudadano Kane,
de Orson Welles y Casablanca de Michael Curtiz, se disputan el
título de la mejor película de todos los tiempos, según los críticos
cinematográficos. Al volver a ver la película, vi que fue filmada en
1942, en blanco y negro, no recordaba toda la historia porque no es fácil:
Casablanca es un centro nocturno situado en Argel, ciudad libre en los años de
la Segunda Guerra Mundial. En Casablanca conviven alemanes, franceses,
españoles, gringos, etc, es una ciudad neutral; la única autoridad es local. La
película es inolvidable porque narra un amor tormentoso y apasionado, y porque
vemos la política de las naciones con un actor que se viste de héroe (Dirk
Bogart)... Preferí volver a ver esta película a ver lo que está en cartelera...
ya picado compré El enigma de Gaspar Hauser de Warner Herzog,
película que ya tiene sus años también pero inolvidable porque el film
cuestiona al código ético de los seres humanos por un tipo que, aparentemente,
está idiota.
Mañana,
lunes 18 de mayo, se presentará el libro El viejo reloj de oro, de
Efrén Romero (historiador y cronista de Xochimilco). La cita es en EL AUDITORIO
de la Parroquia de San Bernardino, en el mero centro de Xochi, a las 17:30
horas.
Aunque
usted no lo crea, hoy llego a los 66 años (ya diste el viejazo, como quien
dice)... Agradezco el afecto de cada uno de ustedes, aunque nos vemos poco...
recuerdo que hace un mes fui a saludar a mi amigas de IBBY de México,
pero casi siempre escribo y leo en su pobre casa... me entusiasma la posibilidad
de publicar 4 libros este año, el de la UAM saldrá pronto... me siento
bien porque en este año he escrito 2 libros de poemas, espero completar
4 o 5... un saludo a mis compinches de la Escuela Nacional de Maestros, a
quienes conocí en 1966, con ellos conviví el Día del Maistro (puros
ruquitos)... por esa razón no pude asistir a la presentación del libro Ceñir
la palabra de Arturo Texcahua, editor de El trajín, en palabras
del autor, el libro:
Reúne
varios relatos cortos o breves, o brevísimos, casi microscópicos. Entre sueños,
obsesiones y ocurrencias ociosas, los textos se vuelven un ejercicio que busca en la concisión a un lector curioso.
BUENA
SEMANA
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