domingo, 8 de diciembre de 2013

Recordando a Sabines, por Jaime Velasco Luján


Recordando a Sabines, por Jaime Velasco Luján

Pequeña del amor, tú no lo sabes,/ tú no puedes saberlo todavía,/ no me conmueve tu voz/ ni el ángel de tu boca fría,/ ni tus reacciones de sándalo/ en que perfumas y expiras,/ ni tu mirada de virgen/ crucificada y ardida.
Así empieza el poema Pequeña del amor de Jaime Sabines. La madre de Jaime fue chiapaneca,
el padre fue libanés (el apellido original es saghbine) y peleó en la revolución (de ahí el poema Algo sobre la muerte del Mayor Sabines) y se sabía de memoria los cuentos de Las 1001 noches. Cada noche, durante una hora, el niño Jaime oía, junto a sus 2 hermanos, las historias que su padre contaba, de ahí nace su interés en la literatura; el pequeño Jaime aprende poemas de memoria, poemas que su mamá le pide que recite en las reuniones sociales de Tuxtla Gutiérrez; joven, viaja a la ciudad de México para estudiar Medicina, pronto se da cuenta de que su vocación es literaria, ingresa a Mascarones (en aquel entonces equivalente a la Facultad de Filosofía y Letras), ubicada en San Cosme; renta una vivienda en el centro de la ciudad para vivir, por eso en su obra hay tantas referencias a la ciudad. Regresa Sabines a Tuxtla Gutiérrez, trabaja en una tienda de telas de su hermano mayor y, un buen día, penetra en la selva y escribe ahí su poema mayor Adán y Eva. El resto de la historia es conocido: su libro Recuento de poemas, es el más vendido en la historia de la poesía en México; se convierte en el poeta más popular, sobre todo por Los amorosos;entra a la política; ofrece lecturas de poemas en Bellas Artes y en la UNAM... Transcribo otro fragmento: ustedes saben si leen sus poemas, éste se llama como el primer verso:
Me tienes en tus manos/ y me lees lo mismo que un libro./ Sabes lo que yo ignoro/ y me dices las cosas que no me digo. /Me aprendo en ti más que en mi mismo./ Eres como un milagro de todas horas,/ como un dolor sin sitio./ Si no fueras mujer fueras mi amigo./ A veces quiero hablarte de mujeres/ que a un lado tuyo persigo./ Eres como el perdón/ y yo soy como tu hijo."
 
Personalmente supe de la vida de Jaime por un (su) compañero de juventud, Alejandro Aura, y un (su) compañero de la tercera edad, Germán Dehesa; en una ocasión Germán platicó:
—Coincidimos en una reunión Slim, Sabines y yo, alzando la copa, Slim, señalando a Sabines dijo: él si es un hombre feliz, no como yo...
 
Chisme: El año se acaba: este viernes termina el curso en la Casa de la Humanidades de la UNAM,  en este curso vimos a los poetas: Xavier Villaurrutia, Gilberto Owen, Juan Ramón Jiménez, Ramón López Velarde, Luis Cernuda, Antonio Machado ("Nunca perseguí la gloria") y Sabines; en enero, se reanuda el curso, por si alguien se interesa. Chido...

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