Renoir, la película
Israel González
A pesar de la dolorosa artritis incapacitante, el anciano Renoir continúa pintando.
Cuando su médico le sugiere que descanse más y pregunta qué va a hacer cuando no pueda ya usar sus manos, Renoir responde que, entonces, pintará con el culo.
La casa de Renoir está rodeada del paisaje de sus pinturas; en su casa predomina la figura femenina.
Sus modelos no dejan de ser jóvenes mujeres a las cuales suele amar tanto como a sus cuadros.
Renoir, en su silla de ruedas, confiesa que siempre ha querido pintar como un niño y que no abandona su arte porque tiene la firme intención de perfeccionarlo.
Renoir es un hombre afortunado porque vive inmerso en la naturaleza y rodeado de las mujeres que pinta.
De sus pinturas salen y entran árboles, riachuelos y coloridas y delicadas mujeres.
Renoir (Gilles Bourdos, Francia, 2012) es un gran lienzo que acaricia los ojos y nos hace amar aún más a nuestra querida –y muy maltratada actualmente- hermana Naturaleza.
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