domingo, 6 de diciembre de 2015

Arturo Texcahua ciñe la palabra, afila la imaginación, por Israel González

Arturo Texcahua ciñe la palabra, afila la imaginación
Israel González
La pareja, el amor, el sexo, la familia, los sueños y la reflexión en torno al acto de escribir, son temas de “Ceñir la palabra” (México, trajín, 2015, 1ª edición), del escritor, editor y promotor cultural Arturo Texcahua.
La breve colección de relatos abre sus puertas con el hermoso texto titulado “Sueños” (“4. Era incapaz de soñar, el insomnio lo disminuía y le quitaba fuerzas. Lo irónico era que encontraba sueños por todas partes. Lo perseguían en el metro, lo acompañaban en el trabajo, lo sorprendían en la clase de inglés o lo amagaban en la biblioteca. Aun en el parque o viendo televisión había sueños que lo acorralaban. Cuando iba a la cama, sospechaba que, como él, se ponían la pijama y se acomodaban a su lado, listos para no dejarlo dormir.”), y continúa con el apartado “Arrebatos y amor”, para finalizar con la sección “Obsesiones”.
Habilidad para mantener el ritmo de las historias, contundencia de los finales (abiertos o cerrados), manejo del sarcasmo cuando se requiere (y, por lo que verá el lector, siempre se requiere), “Ceñir la palabra” es, además, una crítica a esa institución con frecuencia asfixiante llamada familia:
“III. ¿Divorcio? Decidimos algo mejor. Habitaciones distintas, baños distintos, televisores distintos, encuentros sexuales distintos, un mismo y feliz hogar.” (“Momentos”, p. 22).
“La Liebre abandonó su hogar por la madrugada. No se despidió de nadie. Fue al puerto más próximo y se embarcó hacia un lugar muy lejano, donde nadie lo reconociera y pudiera adquirir otro nombre. No volvió a correr; alguna limitación sicológica no se lo permitía. Pero compartió su experiencia preparando a otros y a los hijos que tuvo de un matrimonio reparador. Nunca volvió al escenario de la afrenta.” (“La Liebre”, p. 54).

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