Los poetas van al cine
Israel González
Hiperactivo por naturaleza, escritor de todo, el
poeta no podía dejar de registrar su experiencia ante el cine.
La antología se titula Los poetas van al cine. Su autor: Ángel
Miquel. La editorial, la ciudad y el año de edición: Juan Pablos Editor,
México, 1997.
La selección consta de cuatro apartados: En el cine,
Estrellas, Películas y Desde el cine.
Los poetas son mexicanos y algunos extranjeros que
vivieron en nuestro país como el entrañable Ernesto Cardenal con su muy
entrañable “Oración por Marilyn Monroe”, “sola como un astronauta frente a la
noche/ espacial”.
Del lado mexicano encontramos, entre muchos otros, a
Efraín Huerta y sus excelentes poemas a María Félix, Marina Tamayo, Blanca
Estela Pavón y Dolores del Río en “María Candelaria”.
Escribe Huerta, de María Félix: “Descendieron las
aves a tus pies (…) Mitologías de mármol y de barro se abrieron a/ tu paso.”
Están los chiapanecos Jaime Sabines (“Los he visto
en el cine”), Joaquín Vásquez Aguilar (“Cinefilia”) y Marisa Trejo Sirvent
(“Película de espanto”).
Joaquín Vásquez Aguilar escribe un poema doloroso
porque nos habla de la imposibilidad de asistir al cine por falta de dinero, de
un hombre dedicado a la poesía que sólo tiene para comer una vez al día: tres/ cinco/ cuántos días/ sin poder verte
Mia Farrow/ hoy es el último/ que refulges en la marquesina/ y rascándome la
cabeza/ mirando tus anchas letras rojas/ mis zapatos/ con hambre de una comida
al día/ Mia/ daría la cena que no tengo/ por sentir de nuevo tu beso
histriónico/ desde mi alma butaca de cinéfilo.
No podían faltar Salvador Novo, Xavier Villaurrutia,
Renato Leduc, José Juan Tablada, Alfonso Reyes, Carlos Pellicer, José Carlos
Becerra, Gabriel Zaid, José Emilio Pacheco o David Huerta y Eduardo Langagne,
entre otros.
El cine llegó para quedarse y seguirán los poetas,
de hoy y de mañana, asomándose a él y comunicándonos su valiosa experiencia.
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