Tiro de gracia
Israel González
La fuga del Chapo Guzmán confirma lo que sabíamos: en México todo es posible. Todo, menos la democracia y la justicia. Todo, menos la seguridad, la educación y el trabajo dignos. Todo, menos el respeto al voto. Todo, menos…
Y mientras tanto, ¿qué hace el presidente; qué hace la titular de la PGR; qué hacen los políticos? Nada, como no sea discursos, discursos y más discursos deslumbrantes de vacuidad.
Da risa verlos y oírlos, empeñados en aparentar que todo está bien cuando la realidad es que este nuevo golpazo nos deja a todos más desamparados que nunca.
Si el Chapo Guzmán puede, ¿por qué, aunque en menor escala, otros no?
Si como dicen todo está bien, ¿para qué empeñarse?
Los ejemplos de que todo se vale y nada ocurre abundan a lo largo y ancho del país.
Por eso, aquí abajo, en el edificio de apartamentos, el vecino seguirá poseyendo su mastín aun cuando sabe que está prohibido. La casera seguirá ocultando el contrato de arrendamiento. El muchacho de enfrente volverá a vender su voto…
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