La violencia presidencial
Israel González
Israel González
He aquí la violencia institucional ejercida a plenitud:
Una presidencia priísta ilegítima y sorda que simula intentar resolver los graves problemas del país, pero es parte consustancial, pues entre otras lindezas democráticas se apropió de ella a través de la compra de votos.
Una presidencia priísta que arribó a los Pinos con la solidaria intención neoliberal de controlar todo y de privatizar todo para que a los mexicanos nos vaya mejor (no sólo a su titular, con su Casa Blanca y su viaje a Europa donde llevó hasta el perro), desdeñando el sentir popular y valiéndose de un grupo de diputados y senadores levantadedos que son los que ahora piden nuestro voto y que tienen por nombre PRI, PAN, PRD, PVEM y Nueva Alianza.
Una presidencia priísta (absurda, demagógica, ignorante, atrasada) que quiere hacer pasar por educativa una reforma laboral que tiene como impulsores y beneficiarios a un grupo de expertos pedagogos conocidos como “Vamos México” y “Televisa”, cuya propuesta de calidad en la enseñanza es mantener encerrados a maestros y estudiantes en escuelas a medio construir mientras ellos se reparten las riquezas de México.
Una presidencia priísta que no escucha ni ve a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde el 26 de septiembre de 2014. Y cuyo titular, a todas horas, todos los días, mañana, tarde y noche aparece sonriente en todas las pantallas de televisión, haciendo como que combate la corrupción y el desastre que él mismo encabeza.
Una presidencia priísta ilegítima y sorda que simula intentar resolver los graves problemas del país, pero es parte consustancial, pues entre otras lindezas democráticas se apropió de ella a través de la compra de votos.
Una presidencia priísta que arribó a los Pinos con la solidaria intención neoliberal de controlar todo y de privatizar todo para que a los mexicanos nos vaya mejor (no sólo a su titular, con su Casa Blanca y su viaje a Europa donde llevó hasta el perro), desdeñando el sentir popular y valiéndose de un grupo de diputados y senadores levantadedos que son los que ahora piden nuestro voto y que tienen por nombre PRI, PAN, PRD, PVEM y Nueva Alianza.
Una presidencia priísta (absurda, demagógica, ignorante, atrasada) que quiere hacer pasar por educativa una reforma laboral que tiene como impulsores y beneficiarios a un grupo de expertos pedagogos conocidos como “Vamos México” y “Televisa”, cuya propuesta de calidad en la enseñanza es mantener encerrados a maestros y estudiantes en escuelas a medio construir mientras ellos se reparten las riquezas de México.
Una presidencia priísta que no escucha ni ve a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde el 26 de septiembre de 2014. Y cuyo titular, a todas horas, todos los días, mañana, tarde y noche aparece sonriente en todas las pantallas de televisión, haciendo como que combate la corrupción y el desastre que él mismo encabeza.
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