lunes, 4 de febrero de 2013

La explosión en la torre de Pemex, por Jaime Velasco Luján.


GRACIAS POR SUS CORREOS


PEMEX. Es tanta la importancia de la explosión en Marina Nacional que dejaré de lado las noticias de Xochi y la muerte de Bonifaz Nuño. "El niño dios te escrituró un establo/ y los veneros de petróleo el diablo", escribió Ramón López Velarde en "La suave Patria", con un sentido de la predestinación que se cumple cíclicamente en Pemex: desde el Ixtoc, pasando por la explosión de Guadalajara, un reciente accidente en Reynosa, hasta el día 1º; como en aquéllos casos, es difícil que ahora se conozca al culpable, ni al responsable... Lo que no vio el gran vate es que el pueblo es quien sale perdiendo... Hace años vimos por televisión la precisión matemática con que derrumbaron el Hotel Regis usando explosivos, en el edificio de B-2 ocurrió lo mismo a una hora exacta y en el lugar exacto: cuando checaban la salida los trabajadores y en el edificio donde había auditorias internas... Las instituciones de seguridad del gobierno mexicano se presentaron el mismo día, en la noche, cuando ya estaba ahí el D. F., se impidió el paso, se acordonó el área y se dijo que sólo habría una versión oficial, los medios informativos guardaron silencio, sólo algunos diarios publicaron las versiones de testigos, la mayoría comerciantes de la zona... Se tiene la impresión de que el gobierno no estaba preparado para una contingencia de este tipo... Este accidente es, proporción guardada, similar al de la guardería ABC, que desnudó al gobierno de Felipe Calderón...  

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