Ana Frank
Israel González
Los judíos ricos como la
familia de Ana Frank lograron esconderse, por un tiempo, de la salvaje
persecución nazi.
La primera narración de Ana a
Kitty, su diario, data del domingo 14 de junio de 1942, y la última corresponde
al martes 1 de agosto de 1944. Tres días después, el 4 de agosto de este último
año, las ocho personas ocultas en el Anexo (sus padres y su hermana Margot, los
señores Van Daan y su hijo Peter, Dussel) son descubiertas y enviadas a campos
de concentración.
A dos meses y días de cumplir
16 años, Ana muere en el campo de concentración de Bergen-Belsen; su sueño de
ser escritora, formar una familia y vivir ochenta años queda fatal y
lamentablemente truncado.
Como no iba dirigido a ningún
público sino a ella misma, la adolescente Ana escribe con inusitada franqueza
sus reflexiones y sus sentimientos. No ama a su madre ni a su hermana; admira a
“Pim”, su padre; de los señores Van Daan se queja todo el tiempo y de Peter
opina que es un inmaduro y un tonto hasta que se enamora de él.
“Las quiero sólo porque son mi
madre y mi hermana, pero realmente, como personas, no me interesan mucho. En
cuanto a papá, es otra cosa. (…) Porque yo adoro a Pim. Él es mi gran ideal.”
“No puedo imaginarme viviendo
como mamá, la señora Van Daan y todas esas mujeres que cumplen con su deber y
son olvidadas más tarde. Además de un marido y varios hijos, necesitaré tener
otra cosa. (…) Quiero seguir viviendo, aún después de morir.”
“Otra cosa más. Ya sabes cuál
es mi mayor anhelo: llegar a ser periodista, y más tarde escritora famosa.
¿Seré capaz de lograrlo? O acaso ¿es mi manía de grandeza? Habría que verlo,
pero hasta aquí, los temas no me faltan. En todo caso, después de la guerra, me
gustaría publicar una novela sobre el Anexo. No sé si lo consiga, pero mi
Diario me servirá de documento. Además del Anexo, han surgido otros temas. Ya
te hablaré de ellos largamente, cuando hayan cobrado forma.”
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