GRACIAS A QUIENES SE COMUNICARON
Carlos, al igual que todos los niños de su edad, disfruta comer golosinas, en especial un chocolate; se siente libre al montar una bicicleta y le encantan los videojuegos, pero lo que realmente le apasiona es la Química. A sus 9 años, Carlos Santamaría Díaz es el alumno más joven de la UNAM, donde cursa algunos módulos del diplomado en bioquímica y biología molecular para la industria farmacéutica y biotecnológica, dirigidos a egresados de estas disciplinas, estudiantes de posgrado o quienes trabajan en áreas afines. Es un niño con altas capacidades cognitivas, pero ese potencial no ha sido nada fácil para él y sus padres. Ha estado inscrito en escuelas públicas y privadas, incluso del extranjero, pero los profesores no lo comprendían y siempre esbozaron varios argumentos: no se adapta, no pone atención, se distrae mucho y no tenemos idea de qué le pase.
Y es que Carlos se aburría de ver siempre lo mismo en clase y simplemente se quedaba dormido en el salón. Siempre me he llevado mal con los maestros. Me dormía en clase, los temas eran repetidos y los compañeros siempre preguntaban lo que la profesora acababa de explicar,expresa. Al recordar esto no puede evitar que una gran y pícara sonrisa aparezca en su rostro, se tapa la boca con las manos y trata de continuar Me llegaron a sacar del salón, sentía que los maestros no me entendían y se los decía pero no me creían. Hablaban de temas que yo ya conocía.
Su capacidad lo hizo aprender a leer a los 3 años y medio, gracias a un juego de letras que alguien le regaló. Siempre le preguntaba a su madre, profesora de educación física, qué letra era ésta o aquélla y cómo sonaban al combinarlas. Al niño no le importaba si su madre estaba cocinando, realizando alguna otra labor del hogar o caminando por la calle. Quería aprender el abecedario. No pasaron ni seis meses de estar pegado a este juego cuando dio la primera sorpresa a su madre, quien recuerda que lo descubrió leyendo los meses del año en un calendario. Entonces no se detuvo. Se hizo amigo de los libros , se interesó por la astronomía y por aprender a leer aún mejor. (Continuará)
La jornada, 20 de agosto de 2015
Comentario: Esta historia pone en entredicho a la educación en México: profesores, libros de texto, métodos de enseñanza y autoridades analfabetas. Nuestro país, por esa razón, ocupa los últimos lugares en Español y Matemáticas. (Mañana empieza el ciclo escolar y la mayoría de las escuelas primarias oficiales están en pésimas condiciones). Debemos encontrar una buena forma de enseñar, que nos quede de tarea. Los profesores, por su trabajo, sólo siguen paso a paso el programa, sin tener tiempo para planear como es debido.
POEMAS
1
La tierra
es la vida
del cosmos.
2
El sufrimiento,
aunque dura
un instante,
parece eterno.
3
Bálsamo divino,
la mujer,
se encuentra extraviada
en mi mente.
BUENA SEMANA
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