domingo, 29 de marzo de 2015
Sobre Ceñir la palabra, por Luis Quintana Tejera
JUAN JOSÉ ARREOLA, LECTOR (9° GRAN REMATE DE LIBROS), por Jaime Velasco Luján
sábado, 28 de marzo de 2015
Mi amor por la tecnología, por Arturo Texcahua
miércoles, 25 de marzo de 2015
La mujer en la literatura, por Aurea Reza
(A propósito de la memoria del encuentro Femenino es el género de la palabra)
lunes, 23 de marzo de 2015
El caso Aristegui, por Jaime Velasco Luján
lunes, 16 de marzo de 2015
La salida de Aristegui de MVS ¿fue orquestado por Enrique Peña Nieto? Por Arturo Texcahua
sábado, 14 de marzo de 2015
Memoria oculta, por Israel González
martes, 10 de marzo de 2015
LOS PUEBLOS FELICES NO TIENEN HISTORIA (LA DUALIDAD DE OCCIDENTE)
Reproduzco la exposición de la clase del viernes, de mi maestro Daniel González Dueñas:
"Los pueblos felices no tienen historia porque la historia de un pueblo comienza con un trauma, por ejemplo, nuestra historia Contemporánea inicia con la Revolución de 1910, antes con Guerra de Independencia, antes, con la Conquista, antes, Adán y Eva, todas son situaciones traumáticas, en consecuencia, si un pueblo es feliz, su historia no importa
Una revisión del Paraíso nos hace ver que el hombre es, ahí, una criatura de Dios, un ser sin conciencia y casi sin voluntad, que unen su destino la serpiente, Eva y Adán, Eva representará, para la posteridad, la rebeldía porque desobedeció a Dios y, al mismo tiempo, dio inicio a la Historia, al Tiempo...
Toda narración Occidental parte de un hecho traumático, sea novela, película, ensayo o chisme. Lo anterior implica el rompimiento de un Orden (esto se ve más claro en las películas de Chaplin: la risa viene cuando se rompe el ritmo o el Orden), este rompimiento llama la atención del lector, escucha o espectador, quien de inmediato se siente interesado por saber Qué pasará.
Llega la Desgracia a la narración por medio de una pérdida: una vida, una guerra, un tesoro. Este argumento, repetido hasta el cansancio, es usado en Occidente en las producciones literarias, cinematográficas o de cualquier tipo. Recuerdo que Buñuel adivinaba el argumento de las películas de Hollywood porque no pueden variar su patrón: siempre es lo mismo, como los vimos en la noche de los Óscares.
Rosa Chacel, escritora española huye del planteamiento dual: lo bueno contra lo malo, la guerra y la paz, el hombre contra la sociedad. Lúckacs, ensayista, definió la novela como "La historia de un hombre degradado en una sociedad degradada", donde ni el hombre ni la sociedad tienen salida (Kafka). Algunos obras si ofrecen salidas, y son llamadas de Arte, los demás es comercio. Rosa Chacel sale a la calle y ve la maravilla de la diversidad del mundo: esa visión se reduce cuando empieza a ser jerarquizada o clasificada, es decir, menospreciada o sobrevalorada.
BUENA SEMANA
p.d. El discurso de Fernando del Paso, publicado hoy en La jornada, nos desnuda como país, es excelente.