En manos de
Andrea Montiel, su nuevo hijo literario
Por Arturo Texcahua
Esta semana
entregué a la poeta Andrea Montiel su libro La
niña de Orión, recorrido vital de Allegra, figura que recorre el mundo, la
historia, la vida, con la fuerza y el destino de un ser cósmico; personaje que amplia
en esta tierra el camino abierto por la lucha, la inteligencia, la constancia y
la sensibilidad de muchas mujeres. Evocación del tiempo, revisión del ayer, crónica
de México y de sus sonidos, colores y gente; está narración poética anda entre deslindes
e influencias, se ufana de nombres y personas, desnuda pesares, dudas y
júbilos, destaca asombroso y grita deseos. Un texto lírico de gran aliento, prueba
de madurez literaria, de oficio de poeta.
Por cierto,
gracias al apoyo de Andrea Montiel estoy integrando, con alumnos de su taller de
poesía Tinta libre, el que imparte en las librerías El Péndulo, una serie de
obras líricas –la mayoría serán las primeras obras de los autores- que llevará
el mismo nombre del taller, y que ya tiene su primer título: Los días conmigo,
de Fabio Llamas. Una obra que propone una suerte de terapia psicológica a fuerza
de poesía, intento curativo de alma, receta para colocar nuestro yo entre los
más importantes de nuestros objetivos.
Estos dos
libros editados por Trajín quedaron listos esta semana para su próxima
presentación. Enhorabuena para los autores.
Andrea me ha
propuesto la reedición de su libro La casa errante, obra que la autora preparara
bajo su propia iniciativa hace algunos años. Seguramente pronto tendremos más
poesía de Trajín y eso sin duda nos da mucho gusto.
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