ALFONSO REYES, “CARTILLA MORAL”
Israel González
En una edición pequeñita (Centzontle), para ojos muy jóvenes, el Fondo de Cultura Económica reeditó (4ª reimpresión, 2019) la “Cartilla moral” (1944), de Alfonso Reyes, junto a los ensayos “Mi idea de la historia” (1949) y “Lo mexicano y lo universal” (1932).
Las 12 lecciones y 2 resúmenes de la “Cartilla moral” fueron escritas para apuntalar la “campaña alfabética”, pero “no fueron aprovechadas”: “Bajo la expresión más simple que fue dable encontrar, se han tocado, sin embargo, los problemas de mayor tradición en la filosofía ética, dando siempre por supuesto que nos dirigimos a hombres normales y no a deficientes.(…)Se ha usado el criterio más liberal, que a la vez es laico y respetuoso para las creencias.”
La idea de las lecciones es educarnos para el bien a través de la moral, que exige una serie de respetos sin fecha de caducidad: el respeto a sí mismo, a la familia, a la sociedad, a la ley, a la patria, a la especie humana, a la naturaleza y a la verdad: “La moral humana es el código del bien. La moral nos obliga a una serie de respetos. Estos respetos están unos contenidos dentro de otros. Van desde el más próximo hasta el más lejano.”
Muestra de erudición y excelente prosa (“Mi idea de la historia”) y justo enojo (“Lo mexicano y lo universal”) contra Pérez Martínez que pone en duda su pertenencia al Ateneo, entre otros asuntos, la lectura de Alfonso Reyes en “Cartilla moral” es, además de placentera, ejemplo, aprendizaje: “Lo que sí conviene es poner un poco de respeto entre un creador y otro creador. Hay calle para todos. Nada más estéril que los comadreos entre capillas.(…)En suma: deje cada uno vivir al otro y, por su parte, procure hacer bien lo que tiene entre manos. Es el único precepto aceptable en la materia, y lo demás es artificialidad que asfixia, tósigo que corroe.”